jueves, 1 de julio de 2010

Pablo Neruda, Soneto XXI

Oh que todo el amor propague en mí su boca,
que no sufra un momento más sin primavera,
yo no vendí sino mis manos al dolor,
ahora,
bienamada
, déjame con tus besos.
Cubre la luz del mes abierto con tu aroma,
cierra las puertas con tu cabellera,
y en cuanto a mí no olvides que si despierto y lloro
es porque en sueños sólo soy un niño perdido
que busca entre las hojas de la noche tus manos,
el contacto del trigo que tú me comunicas,
un rapto centelleante de sombra y energía.
Oh,
bienamada,
y nada más que sombra
por donde me acompañes en tus sueños
y me digas la hora de la luz.

2 comentarios:

Gerana Damulakis dijo...

Amo os versos de Pablo Neruda, principalmente Los versos del capitán.

Lisarda dijo...

Sim, ese livro é muito especial: ele o publicó anónimamente, em Argentina, em 1953 -1954 pela editorial Losada.