jueves, 3 de diciembre de 2009

Luis Benítez, Del amor por los bárbaros

Lo opuesto busca su opuesto
Y en lo blanco la gota que hay de negro
Crece
Hasta hacer lo blanco negro
Y así en lo contrario hace la gota blanca

Todos deseamos lo opuesto
Que encarna frente a ti
De tanto en tanto
Y trae su exótica religión su idea del asunto
Sus distracciones sus aparentes crueldades
El poco cuidado con que trata los más preciados dones
Las ofrendas y regalos que destinábamos
Antes
A nuestro propio fetiche
Tal nuestra donación

Los bárbaros poseen la ingenuidad de lo que fuimos
Aquello que en ellos no ha crecido nunca
O bien nunca lo ha hecho en esta dirección

Son lo que fue posible que fuéramos hoy y no prosperó
Por eso la ternura el celo el interés que sentimos
Por su aparente torpeza
Su falta constante de consideración

Nuestro consuelo cuando nos matan sus actos
es mirarlos benignamente
Y acariciar o al menos intentar hacerlo
La brutalidad que destroza y que
Cuando se les reprocha
Sinceramente no comprenden
Como no comprenderían si llorásemos delante de ellos
El porqué de todas esas lágrimas se sienten inocentes
Lo son nuestra es la tragedia de entenderlo
Y de entender que nada podemos hacer
Ni por amor ni por odio para redimir a la criatura
De su condición de bárbara

Este de todos los dones es quizás el más extraño
Que nos dieron nuestros dioses
Nuestros dioses que no existen

También están esos bárbaros que se nos parecen
Pero no son nosotros cuídate sobre todo de ellos
Son los más peligrosos son los que realmente
Llegan a tu corazón
Con sus similitudes
Sus engaños de los que son desde luego
Totalmente inocentes

Pero nadie cambia a los bárbaros

Y cuando aparece su barbarie expresa su “bajeza”
Su “violencia” su “impiedad” su fastidiosa negligencia extrema
Ya están dentro de nosotros y es tarde
Muy tarde para todo
Y no se van jamás de aquello
Que conquistó su impericia su malicia inconsciente
Y también su destreza
Largamente adquirida
En combate contra otros bárbaros

Seremos su triunfo la gota de alegría infantil
Que dura un día
La jactancia a solas que pronto se disipa
Nuestras serán las ruinas las veneradas estatuas
Rotas que vendimos por ellos a precio de mercado
Nada o casi nada vale algo nuestro entre los bárbaros
Y nuestra será la noche donde algo se incendiará
Eternamente para siempre en llamas
Por amor a los bárbaros


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