Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas malos.
Se necesitan Carlos y Robertos que escriban,
gente que cante al amor adolescente,
al autito que nunca lo dejó,
a la Coca light.
En los barcos, en las pizzerías, en los barrios y en los flippers,
se buscan poetas
Funcionarios, consultores,
todo eso sobra.
Faltan poetas. (ininteligible)
Cada uno con su orgullo,
cada uno armado con su poemita impublicable
Se necesitan
para que broten nuevos sentimientos sencillos,
nuevos pensamientos inútiles,
que hagan estallar sobre nosotros
las diez mil flores del poema.
El comercial Poetas, de Coca-Cola, está basado en un poema de Rodolfo Enrique Fogwill, y filmado por su hijo, Andy Fogwill. En un próximo posteo, va el poema de Fogwill. Lo que está entre paréntesis corresponde a Lisarda.
Es interesante comparar el poema de Fogwill con la publcidad: hay dos ideas bien distintas de la poesía, además de que en el poema completo es notable el calco rítmico del poema "Cadáveres" de Perlongher.
La irreverencia de Fogwill con su propio gremio es hasta previsible (¿alguien puede esperar piedad de Fogwill?); la publicidad, en cambio, parte de la idea vulgar -y utilitaria a ultranza- sobre la poesía.