sábado, 1 de septiembre de 2012

Dársena Sur



Nota de Lisarda-

Tanto en la tradición de documentales como Las Hurdes de Luis Buñuel o -más próximos en el tiempo- de libros como Los hijos de Sánchez  del antropólogo Oscar Lewis, podríamos ubicar el documental  Dársena Sur (1997) de Pablo Reyero.

Geografía marginal, gente marginal, testimonio marginal. Lo que en el ámbito de la ciencia-ficción suele pasar por profecía del apocalipsis por venir, aquí es una tragedia en sordina, cotidiana, doméstica. Los únicos efectos especiales son los residuos químicos de las fábricas: no es ningún descubrimiento revelar los efectos en la salud poblacional, pero esos efectos están contados con el énfasis de los vencidos: sin énfasis. La irritación ocular, la tos, las enfermedades son la única realidad omnipresente. A pesar de que el testimonio de Liliana abunda en velas e imágenes de Jesús-anche una, fugaz, de monseñor Escrivá- la religión que se desprende de su testimonio es el fatalismo.Las cosas ocurren y esa es la única certeza: que ocurren de un solo modo posible.

Recuerdo un cartel en Ilha do Mel: não  jogue lixo. En Dársena Sur la basura está aquí, allá y en todas partes. Y si pensamos que los que allí habitan ya son parte del paisaje, no cuesta mucho adivinar en qué dudoso status ubicará el Estado a estos habitantes. Y digo habitantes porque bien poco les queda ya de ciudadanos salvo, claro está, para día de elecciones.

Hace poco más de un siglo- el 10 de febrero de 1912, se sancionó en el país la Ley Nº 8.871, conocida como Ley Sáenz Peña, que estableció el sufragio universal. La frase del entonces presidente era "sepa el pueblo votar". Hoy me pregunto: ¿sabremos elegir?


1 comentario:

Celia Clara Fischer dijo...

Certeza ha dado el pueblo de que no sabe elegir. ¿Seguirá en esa tesitura? ¿No habrá un puro afán autodestructivo en él? ¿No será que tiene miedo a crecer y ser libre, a desligarse de papá y mamá, sobre todo porque éstos son siniestros...?
Muy buena la transcripción, Ignacio.
Saludos.