miércoles, 19 de mayo de 2010

Luis de Góngora, De la brevedad engañosa de la vida


Nota de Lisarda:
el cuadro que acompaña
al soneto de Góngora,
se llama
Alegoría del árbol
de la vida y es debido
a Ignacio de Ries,
discípulo
de Zurbarán.
En la copa del árbol
se ve a los
comensales, sumidos en el
mundanal ruido
y ajenos a la proximidad
del instante fatal,
a cargo de la Muerte y el Diablo;
Cristo, del lado opuesto,
está a punto de tocar la campana,
dando aviso, así, de la inminente postrimería
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Menos solicitó veloz saeta
destinada señal, que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta,

que presurosa corre, que secreta,
a su fin nuestra edad. A quien lo duda,
fiera que sea de razón desnuda,
cada Sol repetido es un cometa.

Confiésalo Cartago, ¿y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.

Mal te perdonarán a ti las horas:
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.



Menos solicitou célere seta
destinado sinal, que morde aguda;
agonal carro pela areia muda
não coroou com mais silêncio meta,

que pressurosa corre, que secreta,
em seu fim, nossa idade. A quem se iluda,
fera que seja de razão desnuda,
cada Sol repetido é um cometa.

Reconhece-o Cartago, e tu o ignoras?
Perigo corres, Lício, se porfias
em seguir sombras e abraçar enganos.

Mal te perdoarão a ti as horas:
as horas que limando estão os dias,
os dias que roendo estão os anos.

Tradução de Anderson Braga Horta
Poeta,traductor, cuentista y crítico literario, Braga Horta nació en Carangola, MG,1934.

2 comentarios:

Gerana Damulakis dijo...

A última ESTROFE É UMA BELEZA!

Lisarda dijo...

Sím, uma conclusão perfeita, espiralada e delicadamente assertiva.