domingo, 17 de abril de 2011

Pablo Bruna,Tiento de falsas de 2º tono



Pablo Bruna, «el Ciego de Daroca», Z., 1611 - id., 26-VI-1679). Organista de renombre nacional y compositor musical. Fue el segundo hijo de los diez del matrimonio de Blas Bruna y María Tardez. No obstante haberse quedado ciego por enfermedad a los cinco o seis años, el ambiente musical de Daroca , así como el familiar (puesto que, por lo menos, el hermano mayor, Blas, y su hermana Orosia fueron también músicos), facilitaron el desarrollo del talante musical de Pablo; quien ya a sus dieciséis años fue invitado por el cabildo de la colegial de Santa María la Mayor y de los Corporales de Daroca «a quedarse de organista» titular de la misma. No lo fue oficialmente hasta 1631. Y desde esta fecha hasta la de su muerte en 1679, durante medio siglo, no dejó de tañer el órgano de la colegial de su ciudad, a pesar de que en 1639 fue invitado por el cabildo de la iglesia del Pilar de Zaragoza a ocupar el banquillo de su órgano.

En agosto de 1669 «hizo gracia el cabildo a Pablo Bruna del puesto y oficio del magisterio de capilla por estar vacante» -el maestro Juan Baraza se había ido a la catedral de Huesca-, «y ser Pablo Bruna excelente para el magisterio». Y en el cargo de maestro de capilla permaneció, no obstante su ceguera, durante ocho años, hasta 1677, en que fue nombrado el maestro Juan de Torres, que lo era de la catedral de Jaca. Dos años más tarde moría Pablo Bruna, habiendo antes repartido entre sus familiares, amigos y discípulos, sus bienes, y el monocordio, la espineta o clavicémbalo, el arpa y la claviarpa en los que se ejercitaba y enseñaba, y diversos cuadernos de sus composiciones para órgano, que él mismo menciona en su testamento.

Pablo Bruna tañó el histórico órgano que durante los años 1597 a 1607 construyeron Guillaume de Lupe y su hijo Gaudioso, considerado en sus días «de los mejores de España». La colegial de Daroca, por el Misterio de los Corporales, era un centro famoso de peregrinaciones, por lo que Bruna fue escuchado por muchos compatriotas suyos, siendo objeto de controversia pública respecto de si era o no más hábil que otro organista famoso, también ciego, Andrés Peris, de la catedral de Valencia. En vida, fue unánimemente reconocido por sus conciudadanos: Rodríguez y Martel dirá que Pablo Bruna había convertido su ceguera «en gozo y habilidad», dando a Daroca «mucha gloria»; y que dudaba «que en toda España y Europa se taña mejor» el órgano que en la colegial por Pablo Bruna. Los reyes Felipe III (IV) y Carlos II se detenían en Daroca, en su trayecto hacia Zaragoza, para escucharlo. Y, después de su muerte, el licenciado Núñez lo recordará gráficamente como «río caudaloso de Música, insondable por su profundidad».

El acompañar Pablo Bruna, al órgano, a la capilla de música de la colegial contribuiría a la buena música que ésta cantaba, según aparece en los inventarios de los libros de canto de órgano de la colegial en el siglo XVII. Es de destacar también su labor docente: se conocen numerosos organistas en Daroca durante este siglo, correspondientes a las siete iglesias, siete conventos y siete ermitas que la ciudad entonces tenía, probablemente con su respectivo órgano; bastantes de ellos figuran documentalmente como mancebos organistas junto a Pablo Bruna. Destacaremos a sus sobrinos Francisco y Diego Xaraba y Bruna (este último organista de la capilla del gobernador don Juan José de Austria , y de la iglesia del Pilar en Zaragoza, y, finalmente, junto con su hermano, en la Capilla Real de Madrid), a fray Pablo Nasarre (organista del convento de San Francisco de Zaragoza, y ciego, como su maestro), a Diego Montestruque (organista después muy apreciado de la misma colegial), a Pedro Escuín y a otros muchos. En 1979 se celebró pública y activamente la conmemoración del tricentenario de su muerte.

• Obra:
Para órgano: veintidós tientos de diversos géneros; versos para la salmodia de los tonos primero, segundo y tercero; y siete pangelinguas sobre la tradicional melodía española; más dos tientos sobre el himno Ave maris stella. Conservados en ms. de la Biblioteca Nacional de Madrid, del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, de la Biblioteca de Cataluña de Barcelona, de la Biblioteca Municipal de Oporto (Portugal), de biblioteca particular en Felanitx (Palma de Mallorca).
Para voces: dos tonos al Santísimo, a cuatro voces y acompañamiento (Venid, almas, venid, y Suban las voces al cielo), en la Biblioteca de Cataluña y en la catedral de Vich (Gerona), respectivamente.

Fuente: Gran Enciclopedia Aragonesa

1 comentario:

silvia zappia dijo...

impresionante...era desconocido para mí.gracias.

un beso*