Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) fue uno de los más grandes e inclasificables autores españoles del siglo XX. En 1905 publica Entrando en fuego, su primer libro. En 1910 firma el primer manifiesto futurista español e inventa la greguería.
La greguería, según la define el mismo Ramón, es la conjunción de humorismo y metáfora en una frase. Otra definición posible -pero más general y wikipedeica- dirá que se trata de una sentencia ingeniosa.
Ramón Gómez de la Serna fue la imagen viva de la vanguardia. No sólo por los gestos que contribuyeron a la leyenda- pronunciar una conferencia desde un trapecio o subido a un farol-
sino por la multiplicidad y unidad profunda de sus obras. En libros tan distintos como La nardo, Seis falsas novelas, Los muertos y las muertas, o Automoribundia es posible advertir una idéntica pasión por el mundo de los objetos, una trama construida con más epifanías que peripecias, y un amor al lenguaje que se trasunta en cada frase. Un lenguaje, por cierto, en el que ya nadie se animaría a escribir, por esa demagógica vergüenza de parecer "muy" literario.
Quien quiera saber algo sobre Azorín, hará bien en leer el estudio biográfico de Valverde. Pero quien desee menos cronología y mayor goce, vaya a la -¿biografía?¿homenaje?- de Gómez de la Serna: uno redescubre no sólo el placer del estilo de Azorín-un ritmo sintáctico sosegado, hecho de tiempo y contemplación del tiempo- sino que además, hay momentos en que la prosa de Ramón pareciera demorarse en variaciones azorinescas para luego volver a su propio compás.
Huyendo de la Guerra Civil, Ramón recaló en 1936 en Buenos Aires. Al igual que en Madrid y en Nápoles, su casa se fue transformando en museo. Volvió brevemente a España en 1949, y falleció en Buenos Aires en 1963.
La reciente edición de sus Obras completas en Galaxia Gutenberg está a cargo de Ioana Zlotescu.
Para quienes deseen webear sobre Ramón, recomendamos calurosa y tropicalmente la página dedicada a su vida y obra: http://www.ramongomezdelaserna.net/
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