Casi extraterrestre para lo que hoy día se considera canción y literatura infantil, María Elena Walsh es un clásico vivo. Ajena a las modas y sin el afán de usufructuar las mieles de ningún poder, esta poeta, juglar y narradora ha sabido mantenerse, por la sola virtud de su talento, en la fidelidad de un público multigeneracional.
En lo que hace a literatura infantil, su percepción para lo disparatado-fruto de su conocimiento de las nursery rhymes como de la poesía popular- me sacó del monopolio culpógeno-lacrimoso de un Edmundo d' Amicis o de un Dickens, por más geniales y bienintencionados que fueran.
Menos difundidas que Canciones para mirar, pero no menos valiosas fueron las Canciones del tiempo de Maricastaña, donde Walsh refrescaba, junto a Leda Valladares, el cancionero popular español.
A mis 13 años, en una feria del libro que todavía era frecuentada por lectores y no era un lugar de paseo para mirar libros, me acerqué a saludar a María Elena, que sacó de su cartera una tarjeta y la firmó, casi como una forma cortés de despedirme.
1 comentario:
a mí, me dio un beso en el cachete!!! hay una canción que dice así: Mírenme, soy feliz
entre las hojas que cantan
cuando atraviesa el jardín
el viento en monopatín.
Cuando voy a dormir
cierro los ojos y sueño
con el olor de un país
florecido para mí.
Yo no soy un bailarín
porque me gusta quedarme
quieto en la tierra y sentir
que mis pies tienen raíz.
Una vez estudié
en un librito de yuyos
cosas que yo sólo sé
y que nunca olvidaré.
Aprendí que una nuez
es arrugada y viejita
pero que puede ofrecer
mucha, mucha, mucha miel.
Del jardín soy duende fiel;
cuando una flor está triste
la pinto con un pincel
y le pongo el cascabel.
Soy guardián y doctor
de una pandilla de flores
que juegan al dominó
y después les da la tos.
Por aquí anda dios
con regadera de lluvia
o disfrazado de sol
asomando a su balcón.
Yo no soy un gran señor,
pero en mi cielo de tierra
cuido el tesoro mejor:
mucho, mucho, mucho amor........
Me gusta demasiado!!
Besote
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