martes, 30 de marzo de 2010
Borges, Los cuatro ciclos
Cuatro son las historias. Una, la más antigua, es la de una fuerte ciudad que cercan y defienden hombres valientes. Los defensores saben que la ciudad será entregada al hierro y al fuego y que su batalla es inútil; el más famoso de los agresores, Aquiles, sabe que su destino es morir antes de la victoria. Los siglos fueron agregando elementos de magia. Se dijo que Helena de Troya, por la cual los ejércitos murieron, era una hermosa nube, una sombra; se dijo que el gran caballo griego en el que se ocultaron los griegos, era también una apariencia. Homero no habrá sido el primer poeta que refirió la fábula; alguien, en el siglo catorce, dejó esta línea que anda por mi memoria: The borgh brittened and brent to bones and ashes*. Dante Daniel Rosetti, imaginaría que la suerte de Troya quedó sellada en aquel instante en
lunes, 29 de marzo de 2010
domingo, 28 de marzo de 2010
Darwin sobre Tasmania
All the aboriginals have been removed to an island in Bass's Straits, so that
The correspondence to show the necessity of this step, which took place between the government at home and that of
N.B.-Las palabras destacadas en negrita corresponden a la lectura de Lisarda.
viernes, 26 de marzo de 2010
Truganini, la última tasmaniana
Un Commonwealth alternativo...
Poster publicado en el País de Van Diemen en 1816
Poster publicado en el País de Van Diemen (Tasmania) en 1816,
y que representa, con sutil elocuencia, el ideal de justicia del gobernador
Davey. Esta justicia-al menos icónicamente- era imparcial respecto de colonos y aborígenes.
Claro que al poco tiempo las cosas cambiaron, como lo testimonia esta declaración del Colonial Times del 1º de Diciembre de 1826: "No hacemos muestras de filantropía. Decimos esto de forma inequívoca:la defensa propia es la primera ley de la naturaleza. El gobierno deberá reubicar a los nativos. Caso contrario, serán cazados como bestias salvajes y destruidos!"
miércoles, 24 de marzo de 2010
Próximos sonetos con destino a Lectura, por sala de embarque
martes, 23 de marzo de 2010
U2, All I want is you
domingo, 21 de marzo de 2010
Paulo Leminski, Haiku
Duas folhas na sandália:
o outono
também quer andar
Dos hojas en la sandalia:
el otoño
también quiere andar
Feliz otoño para todos!
Tsé-Tsé: la fiesta continúa
miércoles, 17 de marzo de 2010
Octavio Armand, El aliento del dragón (fragmento)
Los territorios se abren como cuerpos y los cuerpos se abren como territorios. Expediciones y disecciones van poniendo al descubierto los tejidos de mil extraños mundos. Esos tejidos pasan al conocimiento como textos y muy particularmente como textos visuales. O sea, utilizando otros términos, perversos y en este caso, de doble filo, los tejidos son colonizados.
Lo visto y lo vasto: la cartografía y el dibujo anatómico, superpuestos, como en finas capas de láminas transparentes, sugieren la capacidad de penetración y la profundidad que adquiere la mente europea. La perspectiva en la pintura; el bisturí en la medicina; la duda en la filosofía;
¿Cómo olvidar, al afirmar que los territorios se abren como cuerpos y los cuerpos como territorios, que esos cuerpos son cadáveres? La historia rápidamente se convierte en una lección de anatomía. Entre las primeras imágenes de América que circulan en Europa se destacan los grabados de Théodore de Bry que acompañan la traducción al latín de
El título de una de las primeras historias del descubrimiento siempre me ha fascinado: Historia de la invención de las Indias, de Hernán Pérez de Oliva. Esta fascinación nunca ha sido disminuida por el hecho de que en 1525 invención y descubrimiento eran sinónimos: invención, del latín “invenire”, quería decir “hallar”. Al fundir ambas nociones el título, sin proponérselo, sugiere una singular perspectiva para la comprensión de América: el Nuevo Mundo tuvo-tiene-que ser inventado.
Octavio Armand (1946) es un renombrado poeta y ensayista cubano. De su libro El aliento del dragón (2005) extrajimos estos sugestivos fragmentos.
lunes, 15 de marzo de 2010
Reynaldo Jiménez, Escribo un libro llamado Bastardilla
ESCRIBO UN LIBRO LLAMADO BASTARDILLA.
la mosca y otra polilla se pegan a la estera,
es decir a la pantalla (tela) a la que adhiero:
¡incólume tea, tu pestañeo, a hierro mata!
pero roer es un decir, querer cribar un hambre
llamado Libro: preña esta galaxia de ocasos
y oscuras cosas que a su Gea gimen, un río
de risas deletrea la muchedumbre que respiro.
reos astrales adentro, suele ocurrir, a las puertas
del suceso, que por ser alga la gema de puro
amor queme a la vuelta: en cada esquina se da
la cita perdida que lleva en su seno
la marca de alguna letra, como en el anca,
arco fangoso, de fuego, en el acre lamido
de unánime animal, en esta pieza
o en cualquiera de aquellas otras llamando.
borro ya amando más en lo que ignoro, tejo
con oro del temor una serie de sierpes
similares en parte y ensarte a unas sibilas
roídas, oídas sílabas, pues quizás
hace frío: en cuánta constelación,
bajo el khôl de la tiznada luz que años
ha en el recodo se castiga, esculpe
una melodía parecida al sol, y allá
se planta, sin acudir cantiga a la garganta,
por advenir hasta la hora de la borra
en el sarro de grumos donde la letra
se cuece, ya ninguna, entre las patas
de araña de la aurora, o en confiscado
devenir para que ahora sin mañana
ni souvenir ni maña asome, a gatas
con la hora lupa o con la entraña.
domingo, 14 de marzo de 2010
sábado, 13 de marzo de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
Tránsito de Miguel Delibes
jueves, 11 de marzo de 2010
Reynaldo Jiménez, Sobre los 15 años de Tsé-Tsé
Cuando en 1995, con Gabriela empezamos a armar los primeros ejemplares del número 1 de la revista tsé-tsé, uno por uno, en una impresora láser, en casa, no podíamos imaginarnos lo que iba a venir. Mucho menos que quince años más tarde un editor, un librero, un diseñador como Guido Indij iría a invitarnos a armar esta muestra en su espacio. Y tengo que decirles ahora que Guido nos mostró su afectuosa curiosidad por nuestra labor justo cuando habíamos decidido dejar de lado la editorial y la revista-libro del mismo nombre. Y esto pasó hace apenas unas semanas, así que imagínense lo vertiginoso que ha sido volver a enfocar un cuerpo de obra que, acabamos de enterarnos, se compone de casi cien títulos (cada vez que me preguntaban la cantidad de ediciones que habíamos hecho, yo respondía mecánicamente: más de 60, pero hete aquí que en el conteo registramos 97, tal vez 98!). Nunca habíamos hecho la cuenta, así fue de intenso el recorrido.
La revista fue nuestra primera publicación, totalmente artesanal como recién les decía. No más de 200 ejemplares en el mejor de los casos. Por lo tanto, inhallable hoy. Aunque por ejemplo nos ha sucedido que al entrar a un departamento en la ciudad de Nueva York, algunos de esos números estuviera en la biblioteca, luciendo de tapa al frente. La circulación de estos números fue de mano en mano. A partir del número 5 decidimos, con Gabriela y Carlos Riccardo, que nos venía acompañando casi desde el inicio, formalizar un consejo editorial y convocamos a otros autores para ello. El más consecuente fue Carlos Elliff o Nákar Elliff-cé. También fueron constantes y sumamente enriquecedores los aportes de Ignacio Vázquez, Adrián Cangi y Roberto Cignoni. Desde el número 5 al 11, la revista tuvo ese formato cuadrado, tipo guía telefónica en dos casos, y mantuvo ese espíritu colectivo con los movimientos internos típicos. Después de 2001 y de una extraña y concurrida presentación en el MALBA, donde la diversidad se volvió desintegración, la revita tsé-tsé adquirió un formato de revista de autor. Fue entonces que me hice cargo, siempre con la colaboración de Gabriela y Carlos Riccardo, de despejar este concepto y asumirlo. Una constante inspiración en ese sentido fueron las revistas que hizo el poeta peruano Emilio A Westphalen: Las Moradas y Amaru; también Escandalar, dirigida en los 80 por el cubano Octavio Armand en Nueva York.
La revista tsé-tsé siempre mantuvo esa intención inicial de poner juntos una serie de materiales-textos, pero también imágenes- que nos inspiraban, que nos hacían pensar. No sólo poesía, sino poéticas. Un volver constante sobre las poéticas en relación a cuestiones de interés general. Temas obsesivos fueron la frontera, la identidad, el límite, pero también la alegría de leer, la pregunta por el lector, la relación vida-obra. Por eso las entrevistas, los ensayos, las traducciones de autores de todas las épocas y lugares, los dossiers temáticos, el acercamiento a las obras e ideas de artistas visuales, cineastas y músicos. Todo esto lo recalco a raíz del prejuicio, por parte de algunos críticos especializados, que nos sindicaron como "revista neobarroca", como si se tratase de una publicación militante de un estilo literario. La militancia de tsé-tsé, si la tuvo, fue siempre la indagación, la del intento de intervenir críticamente en los signos, la de vincular , conectar t transmitir: bastante adversa a las "guerrillas estéticas" o "las estrategias del campo literario".
Desde el número 12 al último, el 18/19, la revista se mantuvo en 500 ejemplares y ganó-sin renegar de su origen artesanal- creo, su definición, en muchos sentidos. Al mismo tiempo, fue el período en que dejó de ser reseñada en los medios masivos, en que los diversos problemas con las distribuidoras y la falta de adecuación publicitaria del proyecto la hicieron más invisible. Al menos, a primera vista.. Una constante fue que cada vez que sacábamos, con intermitencia regular y esforzada, un nuevo número, en los informes que nos llegaban por parte de las distribuidoras (pasamos por varias) nos enterábamos que empezaban a aparecer los lectores de uno o dos números atrás. Es decir, que si salía el número 15, los que empezaban a venderse, despacio, eran el 14 o el 13. Le atribuyo a este hecho la posibilidad de la constante difusión boca a boca, tan arcaica como el entusiasmo que nos impulsó, a pesar de un también inmenso cansancio. Los costos de imprenta y la falta de retorno en casi todos los sentidos (excepto el afecto de unos cuantos seguidores, sobre todo en otros países) nos hacen pensar que el 18/19 va a ser el último número de la revista, al menos en este formato y por algún tiempo. Pero la obra, de algún modo, está cumplida.
Por otro lado, una buena parte de los libros se hizo en coproducción con los autores, es decir, que ellos financiaban la edición y nosotros nos encargábamos, a duras penas, claro, de distribuirlos e intentar su circulación. Ninguna tirada sobrepasó los 1000 ejemplares, siendo la mayoría ediciones de 500, aunque también las hubo de 300. Y en un caso mi propio libro, La curva del eco, que no alcanzó esa cifra ni tuvo distribución. Experimentamos formatos y modos de coproducir, a veces con cierta fluidez y otras no. Con muchos autores seguimos siendo amigos en intercambio; con otros no. Algunos autores entendieron la voluntad creativa que animaba el proyecto; otros, los menos, tomaron a tsé-tsé como un servicio de insumos o como una pequeña empresa dedicada-quizá creyeron- a lucrar con los siempre amenazados bolsillos de los poetas. No hace mucho leía un artículo de una poeta-crítico donde jugaba a “denunciar” el supuesto “atropello” o aprovechamiento de los malévolos editores de poesía respecto a la ingenua necesidad de circulación de los poetas. Está claro que, a la hora de las cifras, fueron varios los veranos en que, por financiar alguna edición, no tuvimos vacaciones.
Lo cierto es que, además de la revista, tsé-tsé siempre cuidó su catálogo. Algunos libros incluso merecieron premios internacionales a sus autores, como Eucaristía de Roger Santiváñez o Centralasia de Roberto Echavarren. O desaparecieron de las librerías, como la recopilación de Teatro Noh que realizara Liliana Ponce, con traducciones del japonés y una puesta en contexto que no creo que exista, cuando menos, en el ámbito de nuestra lengua. A propósíto de Liliana Ponce, su libro de poesía Teoría de la voz y el sueño, una de nuestras grandes apuestas, recibió en su momento el reconocimiento justo que esta poeta merecía, poniendo a circular su obra después de bastante tiempo. Y podría seguir, detallando casos y situaciones similares.
lunes, 8 de marzo de 2010
Tsé-Tsé cumple 15
tsé~tsé
1995~2010
"15 años de tsé~tsé" un proyecto editorial independiente.
Asunto Impreso festeja el aniversario exponiendo en su galería de San Telmo las 97 ediciones del sello con obras de Gabriela Giusti, lecturas y performances los sábados de marzo y abril.
sábado 6 de marzo: 19hs. Presentación de la editorial por Reynaldo Jiménez.
Néstor Perlongher y Susana Thénon
sábado 10 de abril: Santiago Pintabona, Patricio Grinberg, María Rosa Maldonado
En cada ocasión se leerán además de obra propia, textos de otros autores latinoamericanos publicados por tsé~tsé.
Tessituras solares
A pintura de gabriela giusti é uma saudação ao sol, à chuva e ao tempo. Talvez entre as árvores de um bosque a luz provoque emanações semelhantes, ou, quem sabe sobre o manto de um velho xamã, as cores movimentem-se com essa leveza mágica.
jussara salazar
jueves, 4 de marzo de 2010
Diego Capusotto
Diego Capusotto (Castelar, 1961) es un humorista televisivo que ha logrado hacer reír amalgamando costumbrismo, política y rock. Con el tercer ingrediente-impensable en otros humoristas- Capusotto ha logrado bajar al rock de su escenografía gigante y de jet-set, para subirlo al carro del ridículo. La galería de personajes del mundillo rockero no es sólo verosímil, sino, en ocasiones, hasta identificable.
Esta serie de posteos incluirá personajes de Capusotto que no son necesariamente rockeros, como el chico emo, pero en el que está desopilantemente tratado un raro ejemplar de la biodiversidad urbana.
Disfrútenlo.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Borges, Al coyote
Durante siglos la infinita arena
De los muchos desiertos ha sufrido
Tus pasos numerosos y tu aullido
De gris chacal o de insaciada hiena.
¿Durante siglos? Miento. Esa furtiva
Substancia, el tiempo, no te alcanza, lobo;
Tuyo es el puro ser, tuyo el arrobo,
Nuestra, la torpe vida sucesiva.
Fuiste un ladrido casi imaginario
En el confín de arena de Arizona
Donde todo es confín, donde se encona
Tu perdido ladrido solitario.
Símbolo de una noche que fue mía,
Sea tu vago espejo esta elegía.
Ao coiote (J. L .Borges; tradução Josely Vianna Baptista)
Século a século a areia infindável
Dos diversos desertos têm sofrido
Teus passos numerosos e o ganido
De chacal cinza ou hiena insaciável.
Por séculos? Eu minto. Essa furtiva
Substância, o tempo, não te alcança, lobo,
Teu é o puro ser, teu é o arroubo,
Nossa, a torpe vida sucessiva.
Foste um latido quase imaginário
Nos confins do Arizona, nessa areia
Onde tudo é confim, e se incendeia
Teu perdido latido solitário.
Símbolo de uma noite que eu possuía,
Seja teu vago espelho esta elegia.