Leonardo Martínez
Las santitas
De tan humildes
nadie les conocía el nombre
Las llamaban las batateras
Sin registro en medio de los vivos
vestidas de frío y temblonas
salían de los inviernos a la oración
a vender batatas
Las cosechaban en una tierrita junto al río
y con el moro chuzo
tirando del carrito cargado
iban ofreciendo la mercadería
centavos de pulpa dulce
de la tierrita junto al río
Un día murió la madre
Por las encrucijadas las hijas
salieron a mendigar velas
Mi hermano les llevó unas cuantas
Dentro del rancho
estaba la muerta tendida sobre la mesa
y cañas huecas clavadas en el piso
hacían de candeleros
Por las paredes se colaba el zonda
y los sollozos
un mayar de gatos en la nochecita
Ha pasado mas de medio siglo
y todavía me acuerdo
no apareció el cura
ni se acercó un vecino
Las pobres hicieron un cajón de tablas
Necesitaron muchas y muchos clavos
y alambre para un cajón fuerte
La enterraron un día crudo
de luz indecisa
Más a la tarde
con su carrito y el moro chuzo
partieron las hijas
hacia las tinieblas
al fondo del invierno
EL SEÑOR DE AUTIGASTA
Fue Alonso Carrión
o Juan Bautista Muñoz
el que dejó heredad
viñedos algodonales
la umbría plantación de higueras
los durazneros
el membrillar a orillas de la acequia
y un buen día
mandó todo al carajo
religión y familia
rey y teniente de gobernador
y se adentró en el caserío de indios
por los matorrales de Huaycama
para hacer vida de idólatra
fornicar con salvajes
comer viandas asquerosas
pintarrajeado
emplumado
por fin libre
las corotas al aire
huérfano
sediento del lloro de plata de la luna.
***
Los mestizos son poetas taciturnos
Su poesía es un monte
que se les desnubla adentro
y les crece hasta avasallarles la lengua;
buscan el silencio,
lo atraviesan
y se desdibujan en la muerte.
Generaciones y más generaciones
fueron borrando, disimulando,
tapando, encubriendo
la nariz de puma,
el ojo de ágata,
la boca con el estigma real,
el topu de oro atravesándoles el corazón,
la huincha de finísima lana
ciñendo sus cabezas.
Pero aún hoy,
en las noches inaccesibles,
deambula una palidez lunar
por los campos.
Es el alma de algún poeta de la tierra
como vislumbre,
surgiendo
de las flores de la muerte.
HOMBRE SOLO
Todos han muerto
Se han ido muriendo uno a uno.
Yo pude haberlos matado
pero dejé al tiempo la tarea.
Por segundos seré dueño,
dueño solo de la memoria
y desde mi sitial
abarcaré los sueños de los otros,
sus grandes desconsuelos,
sus vidas en pedazos.
Cuando me toque la muerte
seguiré sentado como en este instante,
bajo el tala,
mirando sin ver
los cerros,
allá lejos.
Fue Alonso Carrión
o Juan Bautista Muñoz
el que dejó heredad
viñedos algodonales
la umbría plantación de higueras
los durazneros
el membrillar a orillas de la acequia
y un buen día
mandó todo al carajo
religión y familia
rey y teniente de gobernador
y se adentró en el caserío de indios
por los matorrales de Huaycama
para hacer vida de idólatra
fornicar con salvajes
comer viandas asquerosas
pintarrajeado
emplumado
por fin libre
las corotas al aire
huérfano
sediento del lloro de plata de la luna.
***
Los mestizos son poetas taciturnos
Su poesía es un monte
que se les desnubla adentro
y les crece hasta avasallarles la lengua;
buscan el silencio,
lo atraviesan
y se desdibujan en la muerte.
Generaciones y más generaciones
fueron borrando, disimulando,
tapando, encubriendo
la nariz de puma,
el ojo de ágata,
la boca con el estigma real,
el topu de oro atravesándoles el corazón,
la huincha de finísima lana
ciñendo sus cabezas.
Pero aún hoy,
en las noches inaccesibles,
deambula una palidez lunar
por los campos.
Es el alma de algún poeta de la tierra
como vislumbre,
surgiendo
de las flores de la muerte.
HOMBRE SOLO
Todos han muerto
Se han ido muriendo uno a uno.
Yo pude haberlos matado
pero dejé al tiempo la tarea.
Por segundos seré dueño,
dueño solo de la memoria
y desde mi sitial
abarcaré los sueños de los otros,
sus grandes desconsuelos,
sus vidas en pedazos.
Cuando me toque la muerte
seguiré sentado como en este instante,
bajo el tala,
mirando sin ver
los cerros,
allá lejos.
LA LUZ DE LOS AMANTES
Tengo un perro
Su nombre es el de un héroe sumerio
Gilgamesh
Está muy viejo
Camina con dificultad
La sordera lo ha vuelto huraño y cascarrabias
Sus ojos presagian una cercana muerte
Me muerde No me reconoce
Come a duras penas delicadas papillas
Pero duerme conmigo
Es un raro amante anciano
egoísta y gruñón
enfermo de mezquindad y celos
Se acerca otro verano
pero no habrá otro perro
Éste es el único
Artrítico canceroso diabético
Terminará en cualquier momento
y como todo lo amado
lo enterraré en un jardín
donde la eternidad no lo fosilice
***
Lo que fue amado
quedará para siempre (*)
junto a la lumbre de los solitarios
a los trastos machacados de olvido
a los huesos de los interdictos
a la penuria de los animales domesticados
Todos serán un mármol duro de roer
como mi perro
que me está mirando con unos ojos de amor
como nadie me ha mirado nunca
y que me seguirá mirando
a través de sus ojos insondables
en las generaciones y degeneraciones
de los mundos
Me da gusto su olor
pues comemos del mismo plato
una comida donde no interviene la sangre
sino la luz de los amantes
· de Fosa Común , de Alejandro Carrizo
Tengo un perro
Su nombre es el de un héroe sumerio
Gilgamesh
Está muy viejo
Camina con dificultad
La sordera lo ha vuelto huraño y cascarrabias
Sus ojos presagian una cercana muerte
Me muerde No me reconoce
Come a duras penas delicadas papillas
Pero duerme conmigo
Es un raro amante anciano
egoísta y gruñón
enfermo de mezquindad y celos
Se acerca otro verano
pero no habrá otro perro
Éste es el único
Artrítico canceroso diabético
Terminará en cualquier momento
y como todo lo amado
lo enterraré en un jardín
donde la eternidad no lo fosilice
***
Lo que fue amado
quedará para siempre (*)
junto a la lumbre de los solitarios
a los trastos machacados de olvido
a los huesos de los interdictos
a la penuria de los animales domesticados
Todos serán un mármol duro de roer
como mi perro
que me está mirando con unos ojos de amor
como nadie me ha mirado nunca
y que me seguirá mirando
a través de sus ojos insondables
en las generaciones y degeneraciones
de los mundos
Me da gusto su olor
pues comemos del mismo plato
una comida donde no interviene la sangre
sino la luz de los amantes
· de Fosa Común , de Alejandro Carrizo
Del blog de Selva di Pascuale, La infancia del procedimiento
GENEALOGÍA DEL DESEO
… y los padres de los padres de los padres
de los tatarabuelos de mis padres
esos Tales esas Cuales
las Zósimas los Baltasares
sus palabras en conmemoraciones de arena
sus miradas en las de mi Angel Custodio
Sabía del Cristo en la Sagrada Forma
porción de engrudo asado entre dos planchas
que Reales y misteriosos Poderes
convertían en Dios vivo
En mi primera comunión
se entrecruzaron pecados de la carne
omisiones y mentiras
De acuerdo a la catequesis recibida
aguardé caer muerto
encogido en vómitos de sangre
Nada de eso
Sólo una fiebre de niño
extraviado catecúmeno en los laberintos
del sopor frailuno
Volví a la vida como un francisco renovado
Abundaron entonces los juegos placenteros
el espiar constante
los tocamientos
el dormir atisbando la vecindad de un sexo
No me acosaban los abuelos
Sus memorias funcionaron
como torrente de aguas generosas
Los padres de los padres de los padres
de los tatarabuelos de mis padres
fueron aires libres
tutelares
… y los padres de los padres de los padres
de los tatarabuelos de mis padres
esos Tales esas Cuales
las Zósimas los Baltasares
sus palabras en conmemoraciones de arena
sus miradas en las de mi Angel Custodio
Sabía del Cristo en la Sagrada Forma
porción de engrudo asado entre dos planchas
que Reales y misteriosos Poderes
convertían en Dios vivo
En mi primera comunión
se entrecruzaron pecados de la carne
omisiones y mentiras
De acuerdo a la catequesis recibida
aguardé caer muerto
encogido en vómitos de sangre
Nada de eso
Sólo una fiebre de niño
extraviado catecúmeno en los laberintos
del sopor frailuno
Volví a la vida como un francisco renovado
Abundaron entonces los juegos placenteros
el espiar constante
los tocamientos
el dormir atisbando la vecindad de un sexo
No me acosaban los abuelos
Sus memorias funcionaron
como torrente de aguas generosas
Los padres de los padres de los padres
de los tatarabuelos de mis padres
fueron aires libres
tutelares
Publicado en el blog La Víspera, en 2007/ Alejo González Prandi
Nota de Lisarda-
31/10/2013.
Tarde histórica para la poesía argentina:Leonardo Martínez lee sus poemas en la Casa de Catamarca y nos vuelve a hechizar con su ritmo, su paisaje interior, su novela familiar, su música discreta.Le precedió una excelente y sobradamente atinada presentaciónde Leopoldo Brizuela.
Gracias,Leonardo Martínez, por tanta gracia memorable.
1 comentario:
Gracias por ofrecernos la palabra sin alambiques mas plena de lirismo de este gran poeta nuestro. Lo disfrutamos. Celia.
Publicar un comentario