Alta la voz y animosa
Como si cantara flor,
Hoy, caballeros, le canto
A la gente de color.
Marfil negro los llamaban
Los ingleses y holandeses
Que aquí los desembarcaron
Al cabo de largos meses.
En el barrio de Retiro
Hubo mercado de esclavos;
De buena disposición
Y muchos salieron bravos.
De su tierra de leones
Se olvidaron como niños
Y aquí los aquerenciaron
La costumbre y los cariños.
Cuando la patria nació
Una mañana de Mayo,
El gaucho sólo sabía
Hacer la guerra a caballo.
Alguien pensó que los negros
No eran ni zurdos ni ajenos
Y se formó el Regimiento
De Pardos y de Morenos.
El sufrido regimiento
Que llevó el número seis
Y del que dijo Ascasubi:
“Más bravo que gallo inglés”.
Y así fue que en la otra banda
Esa morenada, al grito
De Soler, atropelló
En la carga del Cerrito.
Martín Fierro mató a un negro
Y es casi como si hubiera
Matado a todos. Sé de uno
Que murió por la bandera.
De tarde en tarde en el Sur
Me mira un rostro moreno,
Trabajado por los años
Y a la vez triste y sereno.
¿A qué cielo de tambores
Y siestas largas se han ido?
Se los ha llevado el tiempo,
El tiempo, que es el olvido.
Como si cantara flor,
Hoy, caballeros, le canto
A la gente de color.
Marfil negro los llamaban
Los ingleses y holandeses
Que aquí los desembarcaron
Al cabo de largos meses.
En el barrio de Retiro
Hubo mercado de esclavos;
De buena disposición
Y muchos salieron bravos.
De su tierra de leones
Se olvidaron como niños
Y aquí los aquerenciaron
La costumbre y los cariños.
Cuando la patria nació
Una mañana de Mayo,
El gaucho sólo sabía
Hacer la guerra a caballo.
Alguien pensó que los negros
No eran ni zurdos ni ajenos
Y se formó el Regimiento
De Pardos y de Morenos.
El sufrido regimiento
Que llevó el número seis
Y del que dijo Ascasubi:
“Más bravo que gallo inglés”.
Y así fue que en la otra banda
Esa morenada, al grito
De Soler, atropelló
En la carga del Cerrito.
Martín Fierro mató a un negro
Y es casi como si hubiera
Matado a todos. Sé de uno
Que murió por la bandera.
De tarde en tarde en el Sur
Me mira un rostro moreno,
Trabajado por los años
Y a la vez triste y sereno.
¿A qué cielo de tambores
Y siestas largas se han ido?
Se los ha llevado el tiempo,
El tiempo, que es el olvido.
Nota: Vítor Ramil (1962) músico y escritor gaúcho, ha musicalizado en Délibáb, su último trabajo, textos de Jorge Luis Borges y de Joao da Cunha Vargas.
Para quienes quieran conocer más, recomendamos, en la columna de Ser/afines, a http://www.vitorramil.com.br/
8 comentarios:
Mui hermosa la canción.
Gracias por compartirla
Un abrazo
querido
como estas?
linda la cancion... me pregunto si tenes ganas de agregarme al msn asi nos conocemos un poqito mas
te lo dejo
manucitaa@hotmail.com
un beso
y como siempre
un placer encontrarte en estas paginas
Adoro o Vitor Ramil :)
Você sabia que ele escreve contos?
"Quanto mais estendermos nossas mãos ao próximo... mais Deus se aproximará de nossas mãos. "
Bom fim de semana
Bjs
É, ele escreve contos.
Cirandeira, Bípede, Gerana: gracias por pasar...¡y qué dolor hoje!
Naty, Carlos, obrigado por pasar!!
hola Manu! nos vemos en breve, un beso
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