Elegir
me dejás subirme a tus pies,
jurando que está todo bien ,
que juntos salimos de esta.
Si pudiera elegir,
bombardearía esa
lista absurda,
a Libertador y su onda verde
nuestro chat y su
onda roja
Por mucho que apunte
mis labios a tu cuello
sabiéndolos mi pase
libre;
tengo fama de mala
puntería
y vos de caballero
infalible,
una vuelta más en
tus ojos
(la sortija mal
ganada me habilita)
intentara,
como todas las anteriores, ser la última
Que Stevie sigua
tocando
mientras el
mundo se abre paso
para evitar la media
falta;
el tiro libre con la
pierna diestra
vamos, los dos
sabemos que Carrizo,
haciendo honor a su
nombre,
se va a hacer el
gil;
el acalambrado;
el que pide el
cambio y nos guiña un ojo desde el piso
aun sabiendo, que el
lugar en tu cama me queda grande,
y yo que nunca
entendí la posición adelantada
no voy a parar de
hacernos trampa
para que las culpas
piquen mal.
Te suelto y me soltás,
empezando otra vez
de cero
mientras a la
tregua que me das
la adultero con besos.
Me ves
tanteando tu boca
disfrutar de lo
inmenso
sabiendo que
podes hacerlo abismal,
sin embargo lo
dejas;
podés empujarme o
mirar para otro lado
y siempre te bajás,
para evitar que yo
pegue el salto
y me dé de
lleno, rompiéndolo todo
entrando en la tómbola
una vez más.
Como si el destino
no jugara con sus naipes y
tuviera los
planes marcados.
Te regalo mi deseo
porque desear
no estaba en los
planes de nadie
Si pudiera elegir,
Elegir sería
totalmente innecesario
La plaza del avión
Y pensar que era un sábado mas,
encerrado en una cruz
Contando un día , que es
el 18,
desde que las risas, no las sirven con hielo.
Ahí , en el medio de mi *casi puedo*
Mientras pedía la cuenta
Y separaba la propina
Me toparon austeros,
tus ojos
Que venían con el antojo
de algo indemne por
esta vez
Apostaste a la calma chicha de mi pelo recogido
a mi mareo de tierra
a la falta de escote de un pasado malparido
no te culpo
no hay peor que el
ego para enemigo,
la apariencia es un contrincante sin estirpe
Pleno al cero en el colchón
Fingió tu costado moro
Y mi costado sin bendición
Fui tu botiquín de últimos auxilios
Salvando heridas de guerra
Con ansiedad oxigenada en el algodón
A cambio dejaba yo actuar a
Tu fraudulenta terapia alternativa
Curando con exceso de
alquitrán
Mi soledad adictiva.
pensar que era una cruz
más,
encerrada en un vicio
evitando pestañar primero
creyéndonos impostores
nos ganaron las primeras impresiones
no nos vimos los molares
cuando intercambiamos sonrisas.
intentaba abrocharme el salvavidas
En el tifón de alguna copa
Y por eso te abracé;
Y vos navegando entre botellas,
Tomaste aire en mi cintura
Sostenido del último corcho para no caer
Nunca distinguimos
Los síntomas del otro
Vos tan mercenario de la felicidad,
Yo pregonando paz
Y al final dos mentirosos.
Y entre manotazo y manotazo
Para ahogar primero al otro
etiquetamos de no
perecedero
Al amor que nunca fue
nos besamos sin saber que para ambos
La boca ajena era solo un respirador artificial
éramos dos opuestos
Escapando de la misma enfermedad
Tóxicos
-Sos tóxica para cualquiera
Murmuraste en mi espalda
Mientras separabas tus adicciones por color
Tenias razón
Cuando garantizabas
que lo tuyo era pérdida por elección,
Y lo mío un coma inducido.
La ubicación de todo se distorsionó,
y eso incluyó la
propia.
¿Por cuánto tiempo se puede deambular en la cuerda floja
con un par de besos
acalambrados como zancos?
Jugar a las escondidas
me dejaba siempre contra la pared,
picabas la sentencia
(antes del punto y coma),
porque así me podías
querer
perversa, impermeable
con el ego resacoso,
plantada en el punto
donde no se puede más que continuar
Tu alma en desnudez era sponsor de mi intemperie
y nuestro amor,
un invierno muy crudo.
Me transformo fácilmente sommelier
cuando de sentimientos se trata ,
y ya íbamos por la etapa,
de enjuagarme la piel
de vos
de los amaneceres con Parkinson,
del sosiego que deja el
aturdimiento en retirada.
Me superó el espanto
cuando accedí a ser
tu sal de litio
-sos culpable por contagio
susurraste, sin darte vuelta
y al final del pasillo
nos volvimos dos desconocidos
Mini- entrevista por Igoican Záquzev
Mini- entrevista por Igoican Záquzev
·
Cicatrices en el mantel aparece en octubre de 2013 ¿Desde cuándo venís
escribiendo estos poemas?
·
Busqué que Cicatrices tenga el peso de lo que fue
para mí el proceso al escribirlo, de las
personas opuestas que yo fui en ese camino,
por eso se encuentran poemas que fueron escritos en mi adolescencia, y
otros 20 años mas tarde. Intenté de algún modo reflejar las distintas
ópticas; las diferentes sillas en las que me senté en la misma mesa
·
¿Cuándo y
cómo advertiste que ya tenías un libro?
·
Tenía numerosos
papeles, pedacitos de poemas, en servilletas, en cuadernos, pero nunca lo
imaginé como un libro, cuando me puse a
averiguar por editoriales, no tenía mucha idea sobre que evaluar; el transcurso desde la decisión de publicar
hasta el momento de la prueba de galera lo viví sin sentirlo como un libro sino
como un orden, un cierre. Tener por fin
el libro en la mano significo hacer tangible el sueño.
Creo
ver, en tu poesía, un pie en la narrativa y otro en la contemplación de lo ya
contado; ¿qué buscás al escribir?
Cuando
escribo, simplemente describo situaciones, amores posibles; intento que sean los detalles lo que
cuenten, busco que el lector se
encuentre, en alguna coma, en algún gesto, independientemente de que lo que se
interprete, tal vez sea opuesto a lo que me impulso a escribirlo
En
algunos poemas percibo un desplante cuasi ricotero ( pienso en Pame o en Con los tacos al hombro) e incluso rimas cercanas a la canción; ¿en
qué medida la música incide en tu escritura? ¿O es una hipótesis equivocada?
La
música sin embargo, condimenta todo lo que me rodea, es la forma artística más
palpable con la que convivimos, no hay
momento que no esté musicalizado, por lo que diría que por supuesto influye
también en mi modo de escribir, donde de seguro se encontrara algún tinte de
mis preferencias.
·
No bauticemos
sentimientos o Gemas son poemas que celebran el amor y su tiempo oportuno:
¿cómo abordás la intimidad sin disfrazarla?
Si bien
el bosquejo de lo que cuentan habla mucho de mí, el trazo fino, el que desnuda,
solo lo percibe quien es parte de
eso, considero muy intimo al silencio, el silencio como lugar, es como el punto G en medio de todo un gran
huracán. Y no necesita disfraz, porque son pocos los que
lo abordan, por lo que puedo mantener de algún modo la privacidad sin
disfrazarla, porque pocos ven la desnudez
·
Mariana
Kruk habla de una voz que “se alza sin temor a decir que sangra, que se
desilusiona, que ama, que vive”; ¿es difícil, para vos, trasladar la
experiencia vital a la poesía?
Te
diría que lo siento al revés, es dificilísimo sacarle la poesía a la
experiencia vital, lo vivido es justamente el alimento, el impulso que hace que un olor me traslade a tal lugar, un sonido, un color,
termina siendo el disparador. Cuando leo el resultado final, si bien está repleto de matices de lo que
puedo estar sintiendo, es una mezcla de cosas, que terminan alejando la
realidad de lo escrito, pero siempre sobre los
cimientos de una experiencia, ya sea propia o ajena encontrándome como
espectadora
·
¿Cómo se consigue
hablar de la propia experiencia sin caer en un tono abiertamente confesional, de
diario íntimo?
La
poesía tiene mucho del que escribe y muchísimo del que lee, supongo, y no puedo
afirmarlo, que es la metáfora donde se aleja de la confesión, no tanto porque
yo lo busque sino porque es lo que permite a lector ponerle el condimento de su
interpretación basándose en lo que le
pasa en el momento, volcar su estado de ánimo, su experiencia, alejándose de lo
que representa para mi, o lo que significo al momento de escribirlo.
Tu
poesía no parece deudora de ninguna estrella rutilante, parece más bien ligada
al lenguaje cotidiano y a historias de vida; sin embargo, me gustaría
preguntarte qué te interesa leer y si hay autores-poetas o no- que
consideres determinantes para vos.
·
Cuando tenia no
más de 6 o 7 años, me topé un libro que se llamaba pequeños tesoros poéticos,
un rejunte de poetas que recorría desde el siglo XIV, hasta el siglo XX con Miguel Hernández, ese libro era mi Biblia
aunque viéndolo a la distancia, por una cuestión de edad, entendería menos de
un cuarto de lo que ahí se hablaba, de alguna manera fue la invitación a la
poesía, cuando comencé a comprender un
poco más, pase por los caminos comunes, Neruda, Borges, etc en ninguno me
encontré, no me hundía en lo que
escribían como si lo hice con Paco Urondo, Benedetti, Murena, siempre desde el
disfrute de la lectura, al momento de
escribir, como bien lo decís, es lo cotidiano lo que me inspira
·
* Sin ser
pregunta, te pido unos mínimos datos biográficos para agregar. Gracias!
Naci 20 de marzo del 77, si creyera en el
zodiaco o las leyendas, justificaría mi romance con la lluvia y el otoño, pero supongo que los amores no se
explican.
Estudié de todo, con una inconstancia única, pase por
derecho, radiología, filosofía y psicología, de todas me aburrí o viceversa,
amante incondicional de las mudanzas embale
y desembale mi vida varias veces, será por eso que me siento siempre de
visita, me traje de la Patagonia, después de 7 años allá, la nostalgia que se guarda por las cosas que se viven de afuera.
La poesía es la
comunicación conmigo misma, el lugar común donde *quedo descalza* y me
encuentro, donde me hablo al espejo y por lo general me contesto.
Seria erróneo considerarme poeta, escribo, porque es la forma de sacar de mis esquinas, los sentimientos.
Seria erróneo considerarme poeta, escribo, porque es la forma de sacar de mis esquinas, los sentimientos.
Cicatrices en
el mantel, de editorial Cacto fue mi
primer poemario; el primero de otros
tantos, espero.
Nota de Lisarda- Cicatrices en el mantel (Cacto editorial; Buenos Aires,
2013) es el primer libro de Julieta Bionti.