miércoles, 8 de diciembre de 2010

Eva Hache, Derechil

3 comentarios:

José Miguel Domínguez Leal dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
José Miguel Domínguez Leal dijo...

España es una país de un discurso político maniqueo y sectario, que busca estigmatizar al "enemigo" ideológico. Yo rechazo que me señalen el "camino correcto" a seguir, y precisamente desde posturas de opulencia. A mi el derechil ya no me hace efecto, sus efectos secundarios te pueden arruinar la inteligencia.
Saludos.

Lisarda dijo...

José, había leído tu primer comentario y no llegué a contestarlo. Pero creo que el comienzo queda idéntico-entre el primero y este- y en eso coincido: lamentablemente en Argentina, como lo que cuentas de España, se busca más estigmatizar al otro que dialogar.
Y a la vez se ve tanta gente con sobreactuación de fachada ideológica, que uno piensa: ¿hace falta insistir tanto en que son tal cosa y no tal otra? ¿Y si fuera al revés?
Para ser maniqueo hacen falta dos extremos: y en Argentina, concretamente, hay un tercer extremo que es el peronismo de izquierda, donde es posible ser de derecha e izquierda a la vez.

Tú me dirás que hace ya algunos siglos que Parménides patentó el principio de no contradicción; pues bien, nuestros políticos no se dan por enterados y pueden ser impunemente de derecha e izquierda al mismo tiempo y en el mismo sentido. En un país desmemoriado todo ayuda a que la incoherencia sea vista como un hecho normal.

Muy buenas tus observaciones, que imagino con su oportuno arsenal de anécdotas personales e historias del país; quede para algún futuro diálogo.
Saludos.