jueves, 29 de abril de 2010

Miguel Hernández, Menos tu vientre


Menos tu vientre
Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado,
baldío y turbio.

Menos tu vientre
todo es oculto.
Menos tu vientre
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.

Menos tu vientre
todo es oscuro,
menos tu vientre,
claro y profundo.

Miguel Hernández, Canción del esposo soldado

Este año, en octubre, se cumplirán cien años del nacimiento de Miguel Hernández (1910-1942) poeta y dramaturgo español. Pero como para el amor tiene más fuerza el adverbio siempre que las puntuales efemérides, vamos a seguir el ejemplo de Lucía Serrano, quien evocó cálidamente la poesía y figura del poeta en su ciclo Las 2001 noches. A la evocación de nuestra amiga se sumaron, coralmente, las voces de tres integrantes del Grupo Cero de Madrid-Pilar Iglesias, Carmen Ausín y Marisol Argüelles-quienes invitaron gentilmente a participar de una jornada de homenaje a Miguel Hernández para el miércoles 5 de mayo; de modo que, siguiendo tan entusiasta ejemplo, aquí va una primera y áspera joya del tesoro.

Canción del esposo soldado

He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.

Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.

Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.

Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.

Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.

Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.


miércoles, 28 de abril de 2010

Laurindo Almeida, Te amo

Laurindo Almeida (1917-1995) fue un gran guitarrista brasileño de jazz, del que espero escuchar más grabaciones. En la única compilación que tengo-Virtuoso guitar, en casette- hay una Sonata para guitarra y cello digna de ser posteada. Y una hermosa versión de Yesterday.
Para quienes deseen profundizar, recomiendo el blog de un almeidófilo de Suecia en

lunes, 26 de abril de 2010

Mar paraguayo

guaratuba-debret-1827.jpg
Jean Baptiste Debret - Guaratuba, 1827

A lo largo de dos sábados-el 10 y 24 de abril- disfruté de los mejores saraos en lo que va del año. Y no es gratuito que escriba saraos en lugar de tertulias, ya que el objeto de la convocatoria era juntarnos a leer-o releer, según el caso- Mar paraguayo de Wilson Bueno.A la hospitalidad proverbial del anfitrión-Marcelo Silva, además de poeta, es un providente cocinero- se sumó la alegría de reencontrarnos con Andrés Kurfirst, Daniel Durand, Ignacio Osorio, Leónce-el traductor alemán de Kanese- Fernado Calero y Tomás Fadel.
Disponíamos de las ediciones de Tsé-Tsé y la edición mexicana que trajo Durand. Sé que en alguna caja debo tener la edición original-de Iluminuras,1992- que me envió el mismo Wilson hacia 1992-1993, luego de escribirle a Nicolau; pero preferí no revolver libros y compartí los ejemplares que pasaban en la ronda de lectura.
Fue una experiencia estimulante haber leído ese libro en voz alta. Por la mezcla mayoritariamente contante entre la grafía-y, por ende, la fonética- entre portugués y español, la lectura daba lugar a interpretaciones sobre la marcha.Buscamos en Google el mapa satelital de la bahía de Guaratuba, conocida popularmente como mar paraguayo por ser un lugar preferencial de veraneantes paraguayos.


Y noté algo que jamás me había dado cuenta: ¡es una perfecta obra dramática!. El monólogo de la marafona es lo que atraviesa todo el libro, todo está visto a través de su discurso.Y es una tragedia: ella oscila entre el joven que le gusta y el viejo que muere en el sofá, delante suyo.El nivel de delirio alucinatorio al que llega el personaje es para ser dicho en voz alta.Un frenesí de soledad y desahogo equivalente a la versión teatral de Cinco horas con Mario de Miguel Delibes o a esa maravilla de unipersonal que es Las manos de Eurídice de Pedro Bloch.
Policial inconcluso-la trama se eterniza en la escena de esa muerte dudosa- la lectura de Mar paraguayo es un hecho del lenguaje. Hay una trama mínima, pero el verdadero argumento pasa por las lenguas implicadas.
Ninguna de las lenguas alcanza para dar idea exacta de lo ocurrido y sus invisibles motivaciones.¿Irracionalidad?
No vayamos tan rápido: al fin y al cabo, Althusser despacha en una página cómo su mujer quedó involuntariamente ahogada en sus manos (sic) y todo el interminable resto de El porvenir es largo no es más que el marafonesco recurso de enredar más lo que no se entiende: ¿por qué pasó lo que pasó?
En el prólogo a Mar paraguayo, Perlongher asocia (tradúzcase: busca legitimar) a Wilson Bueno emparentándolo con búsquedas que van del barroco de Lezama Lima al pop de Manuel Puig;. En otros momentos desbarranca: no es un gran honor tener de adláter a Julián Ríos, por más esfuerzos que se haga en equipararlo a Cabrera Infante, anche a Joyce. La referencia a Deleuze también tiene el sabor de la cita obligatoria en el mundillo académico.
En mitad de la lectura hicimos una pausa para leer la entrevista de Douglas Diegues a Wilson, que salió en el número 12 de Tsé-Tsé. Ambas jornadas estuvieron generosamente regadas de vino tinto y la siempre exquisita selección de jazz que tiene Marcelo en su PC.
A todo esto, y como postre, la invitación de Marcelo a que nos juntemos a leer el Mamotreto; Andrés propone una lectura-traducción al mejor estilo Ferdydurke. Marcelo nos previene que no es un juego de niños, pero ¿hace falta decirlo?Porque la invitación es a largo plazo: comenzar a leer, como quien no quiere la cosa, el Catatau.
No sé por qué, pero intuyo que nuestra amistad va a perdurar en el tiempo.Quizás, perhaps, perhappiness...


domingo, 18 de abril de 2010

Vicente Aleixandre, Adolescencia

Vinieras y te fueras dulcemente,
de otro camino
a otro camino. Verte,
y ya otra vez no verte.

Pasar por un puente a otro puente.
-el pie breve,
la luz vencida alegre-.

Muchacho que sería yo mirando
aguas abajo la corriente,
y en el espejo tu pasaje
fluir, desvanecerse.

viernes, 16 de abril de 2010

Vicente Aleixandre, En la plaza

Fiesta en la plaza de un pueblo

Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.

No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.

Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso denuedo,
con silenciosa humildad, allí él también
transcurría.

Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía
como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,

no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.

Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,
introduce primero sus pies en la espuma,
y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.
Y allí fuerte se reconoce, y se crece y se lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.

Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!

Vicente Aleixandre (1898-1984) es uno de los máximos poetas españoles del siglo XX. Contemporáneo y amigo de muchos de la llamada Generación del 27-Lorca, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, entre otros- Aleixandre fue una figura singular, forzosamente aislada entre el neotradicionalismo, el tremendismo existencial de Dámaso Alonso y los incómodos reacomodamientos de Juan Ramón Jiménez. Su poesía, profundamente celebratoria e intimista, es contagiosamente visionaria, nítida, luminosa.
El amor, en su poesía, es un adolescente que va tras los sucesivos requerimientos de los sentidos
y va pisando los símbolos plantados por Jung o Cirlot. Es un amor desatado del costumbrismo, del melodrama, de la culpa confesional: es un amor epidérmico y, a la vez, hecho de memoria. La remanida frase de Valéry-"Lo más profundo es la piel"- cobra, ante la obra de Aleixandre, pleno sentido.
Tuvo un prolijo discípulo y aventajado exégeta en Carlos Bousoño.

No sé si entendí cabalmente a Aleixandre cuando lo leí por primera vez a los 15 años; sí sé que a los 20 necesité leerlo completo y que cada tanto lo releo.
¿Realmente lo releo?
¿O es ahora, con los lentes de la memoria, que lo estoy leyendo por primera vez?

jueves, 15 de abril de 2010

Benedetto Marcello, Sonata nº 1 para Cello


Benedetto Marcello fue un prolífico músico veneciano que vivió entre 1686 y 1739. Entre 2002 y 2004, de la música que solía escuchar mientras leía ya en la cama, Benedetto Marcello estaba entre mis favoritos.

martes, 13 de abril de 2010

Rodolfo Fogwill, LLamamiento a los malos poetas

Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas
malos. Dos, cien, mil malos poetas
se necesitan más para que estallen
las diez mil flores del poema.

Que en ellos viva la poesía,
la innecesaria, la fútil, la sutil
poesía imprescindible. O la in-
versa: la poesía necesaria,
la prescindible para vivir.

Que florezcan diez maos en el pantano
y en la barranca un Ele, un Juan,
un Gelman como elefante entero de cristal roto,
o un Rojas roto, mendigando
a la Reina de España.

(Ahora España
ha vuelto a ser un reino y tiene Reina,
y Rey del reino. España es un tablero
de alfiles politizados y peones
recién comidos: a la derecha, negros, paralizados, fuera del juego).

Y aquí hay torres de goma, alfiles
politizados y damas policiales
vigilando la casa.

A la caza del hombre,
por hambre, corren todos, saltan
de la cuadrícula y son comidos.

Todo eso abunda: faltan los poetas,
los mil, los diez mil malos, cada uno
armado con su libro de mierda. Faltan,
sus ensayitos y sus novela en preparación.
Ah.. y los curricola,
y sus diez mil applys nos faltan.

No es la muerte del hombre, es una gran ausencia
humana de malos poetas. Que florezcan
cien millones de tentativas abortadas,
relecturas, incordios,
folios de cartulina, ilustraciones
de gente amiga, cenas
con gente amiga, exégesis, escolios,
tiempo perdido como todo.

Se necesitan poetas gay, poetas
lesbianas, poetas
consagrados a la cuestión del género,
poetas que canten al hambre, al hombre,
al nombre de su barrio, al arte y a la industria,
a la estabilidad de las instituciones,
a la mancha de ozono, al agujero
de la revolución, al tajo agrio
de las mujeres, al latido
inaudible del pentium y a la guerra
entendida como continuidad de la política,
del comercio,
del ocio de escribir.

Se necesitan Betos, Titos, Carlos
que escriban poemas. Alejandras y Marthas
que escriban. Nombres para poetas,
anagramas, seudónimos y contraseñas
para el chat room del verso se necesitan.

Una poesía aquí del cirujeo en la veredas.
Una poesía aquí de la mendicidad en las instituciones.
Una poesía de los salones de lectura de versos.

Una poesía por las calles (venid a ver
los versos por las calles...)

Una poesía cosmopolita (subid a ver
los versos por la web...).

Una poesía del amor aggiornado (bajad a ver
poesía en el pesebre del amor...)

Una poesía explosiva: etarra, ética,
poéticamente equivocada.

En los papeles, en los canales
culturales de cable, en las pantallas
y en los monitores, en las antologías y en revistas
y en libros y en emisiones clandestinas
de frecuencia modulada se buscan
poetas y más malos poetas:
grandes poetas celebrados pequeños,
poetas notorios, plumas iluminadas,
hombres nimios, miméticos,
deteriorados por el alcohol,
descerebrados por la droga,
hipnotizados por el sexo
idiotizados por el rock,
odiados, amados por la gente aquí.

En las habitaciones se buscan.
En un bar, en los flippers,
en los minutos de descanso de la oficina,
entre dos clases de gramática,
en clase media, en barrios
vigilados se buscan.

¿Habrá en la tropa?
¿En los balnearios, en los baños
públicos que han comenzado a construir?
¿En los certámenes de versos?
¿En los torneos de minifútbol?
¿Bajo el sol quieto?
¿A solas con su lengua?
¿A solas con una idea repetitiva?
¿Con gente?
¿Sin amor?

No es el fin de la historia, es
el comienzo de la histeria lingual.

Todo comienza y nace de una necesidad fraguada en la lengua.
Falsifiquemos el deseo:
Te necesito nene.
Para empezar te necesito.
Para necesitar, te pido
ese minuto de poesía que necesito, necio:
quisiera ver si me devuelves el ritmo de un mal poema,
que me acarices con sus ripios,
que me turbes la mente con otra idea banal,
y que me bañes todo con la trivialidad del medio.

Y en medio del camino, en el comienzo
de la comedia terrenal, quiero vivir
la necedad y la necesidad
de un sentimiento falso.

Se necesitan nuevos sentimientos,
nuevos pensamientos imbéciles, nuevas
propuestas para el cambio, causas
para temer, para tener,
aquí en el sur.

Y arriba España es un panal
de hormigas orientales:
rumanas, tunecinos,
suecas a la sombra de un Rey.

Riámonos del Rey.
De su fealdad.
De su fatalidad.
De Su Graciosa Realidad.
La realidad es un ensueño compartido.
La realidad de España
es su filosa lengua pronunciando la eñe
y su mojada espada pronunciando el orden
del capital y la sintaxis.

¡Ay, lengua:
aparta de mí este cuerno de la prosperidad clavado en tu ingle,
suturada de chips, y cubre
nuestras heridas con el bálsamo de los malos poemas..!

lunes, 12 de abril de 2010

"Poetas malos" Coca Cola Light Argentina


Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas malos.
Se necesitan Carlos y Robertos que escriban,
gente que cante al amor adolescente,
al autito que nunca lo dejó,
a la Coca light.
En los barcos, en las pizzerías, en los barrios y en los flippers,
se buscan poetas
Funcionarios, consultores,
todo eso sobra.
Faltan poetas. (ininteligible)
Cada uno con su orgullo,
cada uno armado con su poemita impublicable
Se necesitan
para que broten nuevos sentimientos sencillos,
nuevos pensamientos inútiles,
que hagan estallar sobre nosotros
las diez mil flores del poema.

El comercial Poetas, de Coca-Cola, está basado en un poema de Rodolfo Enrique Fogwill, y filmado por su hijo, Andy Fogwill. En un próximo posteo, va el poema de Fogwill. Lo que está entre paréntesis corresponde a Lisarda.
Es interesante comparar el poema de Fogwill con la publcidad: hay dos ideas bien distintas de la poesía, además de que en el poema completo es notable el calco rítmico del poema "Cadáveres" de Perlongher.
La irreverencia de Fogwill con su propio gremio es hasta previsible (¿alguien puede esperar piedad de Fogwill?); la publicidad, en cambio, parte de la idea vulgar -y utilitaria a ultranza- sobre la poesía.

jueves, 1 de abril de 2010

Dionisio Aguado, Andante y rondó

Dionisio Aguado (1784 - 1849) músico español nacido en Fuenlabrada; el intérprete es el músico cubano Edel Muñoz.

Borges evoca a Xul Solar
















Xul Solar, Vuel Ville, 1936 / Cliquear sobre la imagen

En el curso de una larga vida, -he cumplido 81 años-, conocí a mucha gente famosa. Conocí y olvidé a muchas. Pero algunos persisten, y me acompañan. Pienso en primer término en mi padre. También en personas famosas que conocí, sé que los conocí como sé por ejemplo que estuve en Connecticut y en Valencia; pero hay tres de ellas que querría nombrar, que son el gran poeta judeo-andaluz Rafael Cansinos Assens, Macedonio Fernández y, quizás más que ningún otro, Alejandro Xul Solar.

No recuerdo cuándo nos conocimos. Hablamos inventado que nos habíamos conocido en tal o cual lugar, pero no recuerdo ahora cuál es. No sé si ustedes conocieron personalmente a Xul Solar. Algunos lo habrán conocido, otros no. Me parece estar viendo a ese hombre alto, rubio y evidentemente feliz. Creo que uno puede simular muchas cosas, pero nadie puede simular la felicidad. En Xul Solar, se sentía la felicidad: la felicidad del trabajo y, sobre todo, de la continua invención. Era de origen italiano; italiano del norte, su madre se llamaba Salan y su padre Schulz, del Báltico. Es decir que tendría sin duda sangre prusiana, sangre eslava, quizás alguna sangre escandinava y luego, sangre de los italianos del norte, germánica. Me dijo una vez que había nacido en San Fernando y había viajado por todo el mundo. Creo que Xul tendría unos catorce años cuando fue como polizón en un barco que iba a Inglaterra; trabajaba como marinero, y luego leía. Recuerdo que alguien a bordo le preguntó qué estaba haciendo, y él dijo que había cumplido con su trabajo y que estaba leyendo, y el otro le contestó: “Una filosofía muy peligrosa para un joven, eso de estar leyendo y descansando”. Recuerdo que Xul me dijo que llegó a Inglaterra, desembarcó y que lo primero que vió fueron dos hindúes; pensó que eso era “a good ornen”, un buen presagio. Hablaba inglés perfectamente y el alemán lo había heredado, y ya que he hablado del inglés y del alemán recuerdo haber pasado tantas tardes en su casa, en la calle Laprida 1214, en esa espléndida biblioteca, quizás una de las mejores bibliotecas que yo he visto en mi vida, con libros en todos los idiomas. Solíamos pasar a tarde leyendo a Swedenborg, leyendo la mística de Swedenborg, leyendo a Blake, leyendo no solamente la música de Blake, sino lo místico de Blake, la magia de Blake. Si yo tuviese que comparar a Xul con algún otro -pero Xul era único, quizás cada individuo sea único pero en él se notaba más esa unicidad- lo compararía con William Blake precisamente, ya que William Blake fue un místico como él, fue un visionario y fue un gran poeta (además de grabador). Xul fue poeta, pero lo hizo en los dos idiomas inventados por él. Tenemos, pues, esta primera definición de Xul Solar. Voy a tratar de descubrir otra.

Diría que nosotros, o casi todos nosotros, vivimos aceptando el universo, aceptando tradiciones, conformándonos a las cosas. En cambio, Xul vivía recreando el universo. Lo recreaba en cada momento. Creo que los teólogos dicen que el estado del mundo es una perpetua creación. Es decir, si Dios dejara de pensar en nosotros en este momento, desapareceríamos aniquilados por su olvido. Dios nos piensa en cada momento. A Xul esto no le bastaba. Xul recreaba el universo. Hablo de Xul y pienso en una imagen, no sé si es de Conrad o si es mía, total qué importa, las imágenes son las mismas, y es ésta: es la de un navegante que atraviesa el mar y ve una línea que es una realidad en el horizonte. Y entonces piensa: esa realidad es el Africa, o es Asia o América. Y piensa que detrás de esa claridad, esa vaga línea que él apenas descifra en el horizonte, que detrás de esa vaga claridad hay un continente. En ese continente hay religiones, dinastías, ciudades, selvas, desiertos, hay muchas cosas. Pero que a él le toca ver simplemente esa línea. Ahora siento que en este momento soy ese navegante. Tengo que hablar de ese gran continente, de este vasto país con sus imperios, su historia y sus mitologías, su botánica y su zoología, todo eso que fue Xul Solar. No sé si lo he alcanzado; creo que no. Pero he percibido lo bastante para sentir ahora el vértigo; siento el vértigo de todo aquello infinito que vi en Xul, de lo cual me fue dado discernir algo. Muy poco, desde luego, pero lo bastante para saber que yo he estado frente a un hombre de genio. Se ha abusado de la palabra genio, pero en este caso creo que es indudable. Veamos algunas de las innovaciones que él propuso, ya que vivía modificando la realidad. Sé que han quedado muchos manuscritos suyos, -no sé si escritos en la Pan lengua o en lo que él llamaba el Creol -.

Creo que la Pan lengua era un idioma universal. Un idioma formado un poco a la manera del Volapük pero sin lo ingrato, lo desagradable del Volapük. Ustedes saben que cada idioma tiene ciertas posibilidades de las que carecen otros. Por ejemplo, usted puede combinar en inglés o en alemán, verbos con preposiciones, es decir, como dice Kipling: “Ride the moon out of the sky, their hoofs dream up the door, think away.. ; eso no puede hacerse en castellano. Xul creó un idioma en el cual eso era posible. Hay formas de verbo que se han perdido: por ejemplo, los gladiadores le decían al César: Morituri te salutat’ (los que van a morir te saludan). Pues, esa forma se ha perdido. O la forma “ando’, que viene de “andus’ que quiere decir “lo que será, o lo que debe ser”. Por ejemplo: Amanda: la que debe ser amada. Esa forma del verbo se ha perdido, y creo que en la Pan-lengua de Xul existían todas las formas posibles. Cada idioma tiene alguna posesión secreta. Por ejemplo en castellano hay una di ferencia que no se da en otros idiomas, entre ser y estar: una cosa es estar enfermo y otra es ser enfermo; estar triste y ser triste. Hay otros idiomas que no permiten esta diferencia, lo cual es una pobreza. Uno puede decir en castellano, “estaba solita”; eso podría decirse en inglés: “she was all alone”. Pero, ¿cómo decir “estaba sentadita”? Yo creo que no puede decirse en otros idiomas, porque sentadita significa que una persona está sentada y al mismo tiempo se expresa la ternura y el cariño que uno siente por ella: esta es una posibilidad del idioma castellano. Xul imaginó un idioma, la Panlengua, basado en la astrología. Creía sinceramente en la astrología, lo cual quiere decir que creía en la pluralidad de los astros o de los dioses. Xul me dijo: “Qué raro que la gente piense que es mejor creer en un solo Dios. Es un error. Si Dios es bueno, conviene que haya muchos dioses. Cuanto más dioses, mejor”. Y él aceptaba una pluralidad de dioses: por lo pronto, los dioses que corresponden a los planetas, a los días de la semana. El hablaba de Venus y creía que hay una divinidad llamada Venus. A una amiga mía le dijo: “Cuando usted sonríe, cuando usted mira, ¿por qué brillan sus ojos? ¿Por qué su sonrisa nos atrae? Porque es Venus la que sonríe”. Creó otro idioma, en el cual ha dejado buena parte de su obra: el Creol. Era un español enriquecido con las riquezas de otros idiomas. No un idioma absoluto; un idioma con raíces españolas y además con palabras tomadas de otras lenguas. Por ejemplo, decía: “Juguete, ¿qué es un juguete? Es un jugo inmundo. Es una palabra despectiva”. En cambio él prefería la palabra inglesa “toy”, y entonces decía: “se toy-besan, es decir se besan en broma, o “se toy-quieren”. El usaba continuamente palabras de este tipo. Le preocupaba mucho el adverbio. Me hizo notar, esto lo he repetido muchas veces después, que en castellano cuando usamos un adverbio, el acento cae sobre el sufijo mecánico. Por ejemplo, si decimos “rápidamente” o lo contrario, “lentamente”, lo que se oye es la parte mecánica, el “mente”. En cambio si se dice en inglés “quickly, slowly”, la parte mecánica, el gadjet, el artefacto, el ly’ casi no se oye, pero sí se oye, en “swiftly, slowly”, el “swift” y el “slow”. El había propuesto que se usara el “ue” como adverbio. Recuerdo un día en que fui a la casa de Victoria Ocampo y él dijo: “Tengo una gran noticia”; le preguntamos cuál era. La gran noticia era: “ha muerto el adverbio’. El había oído gente que decía: “Que le vaya lindo’, en lugar de: “Que le vaya lindamente’. Entonces él anunció que había muerto el adverbio, que ya podía reemplazarse por un adjetivo usado después de un verbo; y explicó eso largamente, y luego -estamos entre amigos, seamos infidentes, por qué no- después de una larga explicación ,Victoria le dijo: “Pero Xul, ¿qué es el adverbio?”. Claro, Victoria, autodidacta, sabía muchas cosas e ignoraba otras; el adverbio quedaba un poco lejos; Xul tuvo que explicárselo. Recuerdo también una señora, la marquesa de... para qué decir su nombre, digamos XYZ, que hubiera podido ser mecenas para Xul. Le hablamos a esta señora, lo conoció a Xul, Xul fue muy cortés con ella. Xul tenía una extraordinaria cortesía. Recuerdo que a cualquier casa que iba, lo daba la mano a la gente de servicio, se despedía de ellos, cosa que no se usaba entonces; no sé si se usa ahora tampoco, (posiblemente no haya más gente de servicio por lo cual esa cortesía es inútil). Esa señora había resuelto la ayuda a Xul y le preguntó algo. Xul contestó: “No sabo”. Xul era el hombre más capaz de amistad que he conocido. Creo que le debo quizás las mejores horas de mi vida, leyendo y discutiendo, y, sobre todo, dejándome enseñar por él. Recuerdo uno de los primeros sueldos que cobré -un sueldo de trescientos pesos, que significaban algo-. Pensé: Xul tiene tantos amigos ricos, no le han comprado un solo cuadro. Voy a destinar parte de este primer sueldo que gano -después de muchos meses de no ganar nada- y voy a comprar un cuadro de Xul. Le pregunté el precio de un cuadro suyo. Me dijo:“Son cien pesos. Voy a hacerle precio de amigo: le cobro cincuenta”. Me cobró cincuenta y me regaló además otro cuadro mucho más grande. Un rasgo muy lindo en Xul: Xul se negó siempre al comercio. Pensaba que la pintura era una de las artes liberales, y la ejercía con felicidad.

Recuerdo también una herejía de Xul: no sé si ahora puede hablarse mal de Picasso. Hacia 1925 o 1930, no se podía. Y Xul dijo alguna vez que él pensaba que Klee era muy superior a Picasso. Eso no le fue perdonado. Tampoco el Creol, aunque fue imitado después por otros escritores. Dije que Xul vivía inventando continuamente. Había inventado un juego, una suerte de ajedrez, más complicado -como el diría más “pli”, porque en lugar de complicado decía “pli”. Un ajedrez más “pli” y quiso explicármelo muchas veces. Pero a medida que lo explicaba, comprendía que su pensamiento ya había dejado atrás lo que explicaba, es decir que al explicar iba enriqueciéndolo y por eso creo que nunca llegué a entenderlo, porque él mismo se daba cuenta de que lo que él decía ya era anticuado y agregaba otra cosa. En cuanto lo había dicho, ya era anticuado y había que enriquecerlo. De modo que no sé en qué quedó esto pan-juego, pero creo que hay gente que lo juega. Posiblemente hay gente que “pan-yo ga”, como decía él, (que “pan-juega”). Espero que se haya conservado esto: una de sus muchas invenciones. (*)

(*) Conferencia dada por Borges en 1980,

Jornadas Patafísicas (3)




























1) En el MALBA) : Thieri Foulc y Miguel Angel Paleo
2-3) Thieri Foulc en Ña Serapia y en otra confitería,
dando envidiable cátedra pantagruélica.

Jornadas Patafísicas 2009 (2)

































1) El contundente y amenísimo Thieri Foulc, dando una exhaustiva introducción a la Ciencia y a la admirable historia del Colegio.
2) Carlos Grasa-Toro con el Nababo del Longevo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos-Ayres (LIAEPBA) Ignacio Vázquez.
3) María Delia Lozupone, Rafael Cippolini,Rt, y Carlos Grassa Toro









Jornadas Patafísicas 2009 (1)




















1) De izq. a der. Ignacio Vázquez, X, Karin Idelson, Rafael Cippolini

2) En el MALBA: Damián Tabarovsky en diálogo con
Carlos Grassa Toro, Fundador y Rector Magnífico
del Altíssimo Instituto de Estudios Pataphysicos de
La Candelaria-Chodes y Thieri Foulc, Provéditeur-Éditeur
General del Colegio de Patafísica y Representante
Hipostático de Su Magnificiencia.

3) Rafael Cippolini, Damián Tabarovsky, Ezequiel Fanego.

Eva García (1920-2004)




















Eva García, líder de los patafísicos argentinos
(foto: I.V.)

Hoy desperté con la sensación de un sueño recurrente: estaba en el departamento de Eva García, conversando con ella.
Eva me habla del amor de su vida, Albano (alias Álvaro) Rodríguez: me vuelve a contar de esa vez que se quedaron la noche entera en el Zoológico de Buenos Aires, para asombro y espanto de los cuidadores a la mañana siguiente.
Eva me cuenta cuando Álvaro leía La folie gagne de Pierre Bettencourt y cómo, a partir de esa lectura comenzó el intercambio epistolar y la amistad con Bettencourt.
Eva me cuenta que conoció a Álvaro en el Chamberí, un café situado en San Martín y Córdoba, y que fue amor a primera vista.
Eva me cuenta que nació en Colonia Sarmiento, Chubut, en la Patagonia, un 31 de octubre de 1920. Que la partera fue una india tehuelche. Que su padre, criador de caballos criollos, era juez de paz. Que su padre se llamaba Adán García.
Con Eva leemos Raymond Queneau, Boris Vian, Jacques Prévert, Paul Leáutaud, Alfred Jarry, Alphonse Allais, las múltiples biografías que redactó Caradec así como su Diccionario de Argot, Pierre Bettencourt, André Salmon, Charles Cros, Jean Ferry, Roger Shattuck, Maurice Sachs, Ponge, Wols, Michaux, Julien Torma, Jean Dubuffet, René Daumal, Chamfort-cuando leemos Chamfort, paseamos por los aforismos de Lichtemberg y Eva me lee alguna de sus Sospechas-Gérard de Nerval, Noël Arnaud, el Art du Contrepet de Luc Etienne, la delirante Encyclopédie des farces et attrapes, Malcolm de Chazal, La nuage de non-savoir, La Guirlande des Oiseaux, Mystiques et Magiciens du Tibet de Alexandra David-Néel, números viejos de Le Petit Crapouillot, Viridis Candela, Bizarre, Temps Melés...
Llego a lo de Eva con un tiramisú que ella acepta encantada y riéndose de sí misma y me ofrece el primer café de la tarde.
Eva, que fue pianista, me habla de las diferencias de interpretación entre la escuela italiana y la rusa, y que notó eso al estudiar con Hubert Brandenburg.
Eva me regala un cuadro suyo que se llama El puente del aire.
Eva no escucha noticias: el dial está detenido en Radio Clásica.
Eva queda en silencio y yo también.
Escuchamos la música.
Quedamos así un buen rato.

Seguimos, todavía,escuchando.
De izq. a der.: Pablo Vladimir Andralis (máscara de Anteojito), Eva García, Ignacio Vázquez, Rafael Cippolini (Hombre Lobo) . En el tramo superior de la escala: Nákar Eliff-cé y Mario Bortolini (de sombrero) en la solemnísima ceremonia del Desletargamiento del entonces-2002- Novísimo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires (NIAEPBA), rebautizado como LIAEPBA- ya que es, de hecho, el más Longevo instituto fuera de Francia.

Alfred Jarry, Chanson du Decervelage


Je fus pendant longtemps ouvrier ébéniste,
Dans la ru’ du Champ d’Mars, d’la paroiss’ de Toussaints.
Mon épouse exerçait la profession d’modiste,
Et nous n’avions jamais manqué de rien. -
Quand le dimanch’ s’annonçait sans nuage,
Nous exhibions nos beaux accoutrements
Et nous allions voir le décervelage
Ru’ d’l’Échaudé, passer un bon moment.
Voyez, voyez la machin’ tourner,
Voyez, voyez la cervell’ sauter,
Voyez, voyez les Rentiers trembler ;
(Chœurs) : Hourra, cornes-au-cul, vive le Père Ubu !


Nos deux marmots chéris, barbouillés d’confitures,
Brandissant avec joi’ des poupins en papier,
Avec nous s’installaient sur le haut d’la voiture
Et nous roulions gaîment vers l’Échaudé. -
On s’précipite en foule à la barrière,
On s’fich’ des coups pour être au premier rang ;
Moi je m’mettais toujours sur un tas d’pierres
Pour pas salir mes godillots dans l’sang.
Voyez, voyez la machin’ tourner,
Voyez, voyez la cervell’ sauter,
Voyez, voyez les Rentiers trembler ;
(Chœurs) : Hourra, cornes-au-cul, vive le Père Ubu !


Bientôt ma femme et moi nous somm’s tout blancs d’cervelle,
Les marmots en boulott’nt et tous nous trépignons
En voyant l’Palotin qui brandit sa lumelle,
Et les blessur’s et les numéros d’plomb. -
Soudain j’perçois dans l’coin, près d’la machine,
La gueul’ d’un bonz’ qui n’m’revient qu’à moitié.
Mon vieux, que j’dis, je r’connais ta bobine,
Tu m’as volé, c’est pas moi qui t’plaindrai.
Voyez, voyez la machin’ tourner,
Voyez, voyez la cervell’ sauter,
Voyez, voyez les Rentiers trembler ;
(Chœurs) : Hourra, cornes-au-cul, vive le Père Ubu !


Soudain j’me sens tirer la manch’ par mon épouse :
Espèc’ d’andouill’, qu’ell’m’dit, v’là l’moment d’te montrer :
Flanque-lui par la gueule un bon gros paquet d’bouse,
V’là l’Palotin qu’a just’ le dos tourné. -
En entendant ce raisonn’ment superbe,
J’attrap’ sus l’coup mon courage à deux mains :
J’flanque au Rentier une gigantesque merdre
Qui s’aplatit sur l’nez du Palotin.
Voyez, voyez la machin’ tourner,
Voyez, voyez la cervell’ sauter,
Voyez, voyez les Rentiers trembler ;
(Chœurs) : Hourra, cornes-au-cul, vive le Père Ubu !


Aussitôt j’suis lancé par-dessus la barrière,
Par la foule en fureur je me vois bousculé
Et j’suis précipité la tête la première
Dans l’grand trou noir d’ous qu’on n’revient jamais. -
Voilà c’que c’est qu’d’aller s’prom’ner l’dimanche
Ru’ d’l’Échaudé pour voir décerveler,
Marcher l’Pinc’-Porc ou bien l’Démanch’-Commanche,
On part vivant et l’on revient tudé.
Voyez, voyez la machin’ tourner,
Voyez, voyez la cervell’ sauter,
Voyez, voyez les Rentiers trembler ;
(Chœurs) : Hourra, cornes-au-cul, vive le Père Ubu !

Le bon air de Buenos Aires




















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El último número de Viridis Candela, órgano oficial del Colegio de 'Patafísica, incluye un sustancioso compte rendu de las Jornadas Patafísicas Universales en Ubuenos Aires entre el 10 y 24 de septiembre de 2009.

Anticipándonos a la festividad del 15 de Clinamen (6 de abril) dedicado a la Invención de la 'Patafísica, hoy difundimos este breve racconto de aquellos días, que tan gentilmente me remitió Rafael Cippolini.

(N.B. El Ignacio Vásquez allí nombrado no es otro, il va de soi, que Ignacio Vázquez)

Veinte chocolates de amor y un mordiscón desesperado













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