sábado, 25 de enero de 2014

David Cronemberg, Un método peligroso (2011)





Sinopsis
“Un método peligroso” cuenta una historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. Esta exploración de la sensualidad, de la ambición y del engaño llega a su momento cumbre cuando Jung, Freud y Sabina se reúnen antes de separarse definitivamente y acabar cambiando la dirección del pensamiento moderno.

Nos encontramos en vísperas de la I Guerra Mundial. Entre Zúrich y Viena transcurre una historia con trasfondo sexual e intelectual que cambiará la dirección del pensamiento moderno. Se trata de las relaciones establecidas entre el incipiente psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley), la mujer que se encuentra entre ambos y que el primero de ellos trata como paciente. También está Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino que está dispuesto a rebasar todos los límites. La reunión de los cuatro será decisiva en sus carreras y, sobre todo, en el rumbo de la ciencia del psicoanálisis.
“Un método peligroso” es el último trabajo del siempre imprescindible David Cronemberg, un cineasta que en la última década ha virado en su filmografía hacia una mayor exquisitez formal, pero que sigue perturbando con los mismos temas y transgrediendo los mismos límites que cuando dedicaba todos su empeño al terror biológico que tanta fama le reportó en títulos como “Videodrome” (1983) o “La mosca”  (1986). Hoy más lejos de esos cuerpos abriéndose en canal, deformaciones hasta lo indecible o violenta tecnofobia, Cronenberg alinea su nueva película con trabajos más psicológicamente tortuosos, caso de su magnífica “Inseparables” (1988).
En esta ocasión, el director recurre a la adaptación, como ya hiciera en algunos de sus mejores títulos (“La zona muerta”“Crash”“El almuerzo desnudo”“Una historia de violencia”). El texto elegido es la obra teatral“The talking cure”, de Christopher Hampton —también firmante del guión—, a su vez basada en la novela “A most dangerous method”, deJohn Kerr. La pieza teatral de Hampton se estrenó con éxito en el National Theatre de Londres, con Ralph Fiennes interpretando a Jung —curiosamente, Fiennes ya había trabajado con Cronenberg en “Spider”(2002)—, y Cronenberg se mostró desde el principio cautivado por la idea de trabajar sobre tres personajes históricos carismáticos: «Sabina contribuyó mucho al desarrollo de las teorías de Freud y Jung», comenta el realizador, «esto no se supo hasta que se descubrió la correspondencia que mantuvieron los tres. La pasión es palpable a través de sus palabras, teorías y pensamientos abstractos. Eran personas fascinantes y es una historia fantástica».
Y los elegidos para dar vida a los cuatro personajes principales son dos actores que ya han trabajado antes con Cronenberg, y otros dos que se estrenan con él: con Viggo Mortensen (“Good”“The road [La carretera]“) el canadiense ha tenido una fructífera relación profesional que hasta hoy se ha traducido en dos grandes títulos, “Una historia de violencia” (2005) y“Promesas del este” (2007), estando también presente en esta última Vincent Cassel (“Irreversible”“Cisne negro”). Keira Knightley (la saga“Piratas del Caribe”“Expiación: Más allá de la pasión”) y Michael Fassbender (“Centurión”“X-Men: Primera generación”), por su parte, trabajan por primera vez bajo sus órdenes. Les acompañan en el repartoSarah Gadon —que repetirá con Cronenberg en su siguiente proyecto,“Cosmópolis” (2012)—, André Hennicke (“Pandorum”) y Arndt Schwering-Sohnrey (“Malditos bastardos”).
El rodaje de “Un método peligroso” tuvo lugar entre Colonia, Bodensee (el lago Constanza) y Viena. En la ciudad alemana se filmaron interiores del hospital Burghölzi y los pisos de Freud, Jung, y Spielrein, y también se construyó parte del SS Washington, el barco en el que Jung y Freud viajan a Estados Unidos en un momento dado de la historia. Las calles de Viena, la ciudad de Freud, también tuvieron su correspondiente protagonismo y la localización del lago Constanza, sustitutiva del lago Zúrich, contribuyó a asentar la ambientación del relato a principios de siglo. Y es que dado el contexto, el diseño de producción a cargo de Denise Cronenberg era uno de los pilares de la propuesta, y exigió una documentación a fondo. De hecho, en el filme se puede apreciar como los trajes de las mujeres de la época evolucionan según el año, puesto que había marcadas diferencias entre la moda de 1904, 1910 y 1913, por ejemplo.
Otro apartado sumamente importante es la banda sonora. Howard Shore, otro habitual de Cronenberg, vuelve a componer la partitura, pero tanto o más relevante es el uso de la ópera “Sigfrido”, de Richard Wagner«El mito de Sigfrido es el núcleo de la historia, de la relación entre Sabina y Jung. Esto me llevó a la obra de Wagner y a la creación de su personaje», cuenta Shore, «Quería adaptar piezas representativas de la ópera e intentar relacionarlas con la historia de Jung y Freud. En un momento, Sabina fantasea con que Jung es Sigfrido y ella lleva a su hijo en su seno. Es un personaje muy importante para los dos».
Fuente: http://www.labutaca.net

4 comentarios:

Patricia Rocha dijo...

Entre Viggo Mortensen y Vincent Cassel tendría que hacerme un pensamiento... y muy libertino. En carne y hueso debo decir que Viggo me gana en simpatía y prestancia. Fuera de broma, Cronenberg me sienta fatal a la digestión, pero esta peli la soporte. Esta bien documetada a nivel histórico-sociológico, Cronenberg no se iba a equivocar con el contexto, pero a nivel particular no sé hasta que punto podamos llegar a comprender las relaciones de este trío. Pero como Creonenberg es un morboso la idea de contar una historia con el machista de Freud de protagonista le tento. Lisarda, me encanta como te curras el blog.

Lisarda dijo...

Jajaja,gracias, Patri!La verdad,me encantaría disponer de tiempo para escribir como se debe de cada película que posteo y de ésta en particular. Creo,sí,que más allá de que un trío siempre será más redituable-en términos narrativos-que una fiel monogamia,Cronemberg no deja de señalar un hecho históricamente cierto pero que en el mundillo psi-académico se soslaya,y es la invoñuntaria contribución de esta mujer a las teorías de ambos caballeros. Coincido contigo en que Viggo Mortensen sale ganando.

Celia Clara Fischer dijo...

Gracias, porque volví a ver esta película y la repetición me permitió repensar las complejidades del alma. Más allá del "machismo" del hombre y del femenino...no deja de ser valiosa.Celia.

Lisarda dijo...

Coincido,Celia, me parece una gran película;de hecho, sólo faltaba una escena en que Jung estuviera pintando su Libro rojo.