Canción
de la Gaucha
de Luján a Pío VII (1)
Segunda parte
Vos,
Vicario de Cristo, sabes cuánto
los
iberos dinastas abusaron
del pontificio
don, pues favor tanto
solo para robar
lo aprovecharon;
religión
afectaron
para ganar a
Roma,
y
apenas el diploma
los
facultó para predicadores,
equivocaron
ellos los encargos,
y
luego se declararon por señores
para
despotizar por siglos largos.
Séptimo
de los Píos, hoy debemos
de
nuestro nuevo estado daros cuenta.
Libre
ya nuestra tierra se presenta
tuyos,
tuyos seremos
en
todas ocasiones,
y
si es que las naciones
quisieren
atacar la Santa Sede
a
tu favor irán expediciones
por
mar, ya que por tierra no se puede,
y
os librarán del Sud los campeones.
Haz lo que el lusitano, rey, y tendrás suerte,
Vicario de Jesús, no es de este mundo
tu reino; tu primado sin segundo
en Colombia tener debe su fuerte;
tuyos hasta la muerte
serán los colombianos:
aquí no habrá tiranos
que de la tiara os roben los diamantes,
con el oro y la plata; corazones
tan finos lograrás, y tan amantes,
como deseosos de tus bendiciones.
Buenos Aires será sede romana,
la nueva Roma, o nuevo Vaticano,
y los reinos peruano y mejicano
serán tu gran familia americana.
Esta gente cristiana
piadosa y columbina
que llaman argentina
levantará bandera pontificia
por todos los confines de la tierra,
y en el mar sepultando la codicia
hará cesar la cruel y dura guerra.
Levantará banderas y pendones
contra la vanidad ultramarina,
y su diplomacia peregrina
evangélicas dictará constituciones
Aprendan las naciones,
del gobierno la forma
Colombia da la norma
con sus ejemplos y sus documentos,
con el su poder firme y constante,
con la su madurez, sus miramientos,
virtud, honor y mérito gigante.
De sofistas nos vamos ya llenando,
que atacan atrevidos la ley santa,
y en muchos la maldad es tal, y tanta,
que a su padre común van olvidando;
pero por ti clamando
estamos a millares,
y lágrimas a mares
noche y día los pueblos colombianos
derraman con devotos corazones,
y a la sede romana echan sus manos
aun en medio de tantas convulsiones.
¿Por qué quieres perdernos, Padre Santo?
¿Por qué dejas tu grey abandonada?
¿Ignoras por ventura su quebranto?
¿O el perdernos quizá os parece nada?
De España separada
Colombia, y no de Roma
implora ya el diploma
del sucesor de Pedro, y entre tanto
os hará responsable de la ruina
que tu olvido ocasione en todo cuanto
pertenece a la fe y a la doctrina.
que de la tiara os roben los diamantes,
con el oro y la plata; corazones
tan finos lograrás, y tan amantes,
como deseosos de tus bendiciones.
Buenos Aires será sede romana,
la nueva Roma, o nuevo Vaticano,
y los reinos peruano y mejicano
serán tu gran familia americana.
Esta gente cristiana
piadosa y columbina
que llaman argentina
levantará bandera pontificia
por todos los confines de la tierra,
y en el mar sepultando la codicia
hará cesar la cruel y dura guerra.
Levantará banderas y pendones
contra la vanidad ultramarina,
y su diplomacia peregrina
evangélicas dictará constituciones
Aprendan las naciones,
del gobierno la forma
Colombia da la norma
con sus ejemplos y sus documentos,
con el su poder firme y constante,
con la su madurez, sus miramientos,
virtud, honor y mérito gigante.
De sofistas nos vamos ya llenando,
que atacan atrevidos la ley santa,
y en muchos la maldad es tal, y tanta,
que a su padre común van olvidando;
pero por ti clamando
estamos a millares,
y lágrimas a mares
noche y día los pueblos colombianos
derraman con devotos corazones,
y a la sede romana echan sus manos
aun en medio de tantas convulsiones.
¿Por qué quieres perdernos, Padre Santo?
¿Por qué dejas tu grey abandonada?
¿Ignoras por ventura su quebranto?
¿O el perdernos quizá os parece nada?
De España separada
Colombia, y no de Roma
implora ya el diploma
del sucesor de Pedro, y entre tanto
os hará responsable de la ruina
que tu olvido ocasione en todo cuanto
pertenece a la fe y a la doctrina.
El Padre Castañeda (1776-1832) alias “Carancho”, luchó incansablemente con su pluma filosa en los periódicos que el mismo fundaba.
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