domingo, 20 de febrero de 2011
Los Manseros Santiagueños, Escondido
Andrés Chazarreta
El escondido es una danza tradicional argentina-bailada en el siglo XIX- y fue recopilada, de la tradición oral, por el músico Andrés Chazarreta (1876-1960).
Para más información: http://www.andreschazarreta.com.ar
sábado, 19 de febrero de 2011
Cambios
Cambios en mi vida dentro de una semana.
Un cambio principal-dejar un trabajo en el que estuve 15 años- y los microcambios que eso conlleva:rutinas, viajes, horarios,cierta seguridad económica.
Pero a través de esos hábitos que voy a dejar, vislumbro un camino: mi propia voluntad de cambio.
Hace más de un año que voy pensando este paso.
Con la elasticidad que tienen los gerundios,esta meditación quisiera seguirse pensando.
Pero el cambio-nutrido de hartazgo,de esperanza,de lecturas de Séneca- ya está en marcha.
Lo que me espera tiene la incertidumbre de no aparecer enseguida.
Pero sé que está.
Y es maravilloso.
viernes, 18 de febrero de 2011
Nicolás Guillén Landrián, Coffea Arábiga (1968)
Coffea Arábiga (1968) from CanalDocumental TV on Vimeo.
Nicolás Guillén Landrián (1938-2003)fue un cineasta y pintor cubano, sobrino del poeta Nicolás Guillén. Al igual que su tío, se interesó por la negritud, como se deduce de su primer filme, Congos reales (1962).
Guillén Landrián fue acusado de desviación ideológica y sufrió la cárcel y tratamiento psiquiátrico, hasta que se exilió en Estados Unidos en 1989.
martes, 15 de febrero de 2011
Nicolás Guillén, Tú no sabe inglé
Con tanto inglé que tú sabía,
Bito Manué,
con tanto inglé, no sabe ahora
desí yes.
La mericana te buca
y tú le tiene que huí:
tu inglé era de etrái guan,
de etrái guan y guan tu tri.
Bito Manué, tú no sabe inglé,
tú no sabe inglé,
tú no sabe inglé.
No te enamore ma nunca
Bito Manué.
si no sabe inglé,
sino sabe inglé.
Nota de Lisarda- Del gigantesco poeta cubano Nicolás Guillén (1902-1989) traemos este poema de su primera etapa.
sábado, 12 de febrero de 2011
Feliz Aniversário, Martinho da Vila
Martinho José Ferreira nasceu em Duas Barras, Rio de Janeiro, em 12 de fevereiro de 1938. Filho de lavradores da Fazenda do Cedro Grande, veio para o Rio de Janeiro com apenas 4 anos. Quando se tornou conhecido, voltou a Duas Barras para ser homenageado pela prefeitura em uma festa, e descobriu que a fazenda onde havia nascido estava à venda. Não hesitou em comprá-la e hoje é o lugar que chama de “Meu off-Rio”.
Cidadão carioca criado na Serra dos Pretos Forros, sua primeira profissão foi como Auxiliar de Químico Industrial, função aprendida no curso intensivo do SENAI.
Um pouco mais tarde, enquanto servia o exército como Sargento Burocrata, cursou a Escola de Instrução Especializada, tornando-se escrevente e contador, profissões que abandonou em 1970, quando deu baixa para se tornar cantor profissional.
Pai de oito filhos e avô de sete netos, Martinho conservou o estado civil de solteiro até conhecer a jovem Clediomar Corrêa Liscano, que é conhecida como Cléo, e Martinho a chama de Preta Pretinha. O Da Vila sempre disse que nenhuma mulher iria levá-lo à um cartório ou a uma igreja e realmente não foi. O seu enlace com Cléo, 33 anos mais jovem, foi realizado em ato civil na sua Fazenda Cedro Grande no dia 13 de maio de 1993 e o ato religioso em uma grande festa, com a noiva de véu e grinalda, em sua propriedade denominada Fazenda do Pacau, no dia 31 do mesmo mês e ano.
O compositor surgiu para o grande público no III Festival da Record, em 1967, quando concorreu com o partido alto Menina Moça e no ano seguinte, na quarta edição do mesmo festival, lançando o clássico samba Casa de Bamba.
Sua carreira de cantor profissional iniciou-se no início de 1969 quando lançou o LP intitulado Martinho da Vila, que foi o maior sucesso do Brasil em execução e vendagem, com grandes sucessos como Casa de Bamba e O Pequeno Burguês e outras que se tornaram clássicos - Quem é Do Mar Não Enjoa, Iaiá do Cais Dourado e Tom Maior.
Logo tornou-se um dos mais respeitados artistas brasileiros além de um dos maiores vendedores de disco no Brasil, sendo o primeiro sambista a ultrapassar a marca de um milhão de cópias com o CD “Tá delícia, Tá gostoso” lançado em 1995.
Hoje, é impossível saber de cor todos os prêmios que ganhou. Toda essa história está no rico acervo em sua cidade natal, Duas Barras. Entre os títulos guardados com carinho estão os de Cidadão Carioca, Cidadão benemérito do Estado do Rio de Janeiro, Comendador da República em grau de oficial, a Comenda da Ordem do Mérito Cultural e as comendas mineira Tiradentes e JK.
Sua vida de sambista (ritmista, passista, compositor, puxador de samba enredo, presidente de ala e administrador) começou na extinta Escola de Samba Aprendizes da Boca do Mato.
Ingressou e passou a dedicar-se de corpo e alma à Escola do Bairro de Noel em 1965 e a história da Unidos de Vila Isabel se confunde com a de Martinho que passou a seu chamado de o Da Vila. Nunca exerceu a presidência administrativa da escola, mas por vária vezes esteve à frente da agremiação da qual é o Presidente de Honra.
Os sambas de enredo mais consagrados da escola são de sua autoria. Também criou vários enredos para desfiles, dentre os quais Kizomba, a Festa da Raça que está entre os mais memoráveis da história dos carnavais e garantiu para a Vila, em 1988, seu consagrado título de Campeã do Centenário da Abolição da Escravatura e colaborou em outros temas, entre os quais o Soy Loco Por Ti América, elaborado em parceria com os carnavalescos Alexandre Louzada e Alex Varela, que deu a Vila o título máximo do carnaval de 2006.
Nacionalmente conhecido como sambista, Martinho da Vila é um legítimo representante da MPB, com várias composições gravadas do exterior e considerado por muitos críticos como o melhor cantor do Brasil, interpretando músicas dos mais variados ritmos.
Embora compositor indutivo e cantor sem formação acadêmica, tem uma grande ligação com a música erudita e idealizou, em parceria como Maestro Leonardo Bruno o Concerto Negro, espetáculo sinfônico que enfoca a participação da cultura negra na música erudita, participou do projeto Clássicos do Samba sob a regência do saudoso Maestro Sílvio Barbato.
Além de compositor e cantor, é escritor autor de 10 livros.
Fuente: http://www.martinhodavila.com.br, sitio oficial.
jueves, 10 de febrero de 2011
Poetas catamarqueños (4) Claudio Sesín
El amor en la niebla
Cielos desesperados,
luces negras,
montañas que han tomado los espacios del sueño.
Sopla una brisa crespa y, cerrando los ojos,
sus sonidos me acercan a la ronda de los siglos.
Vienen como bandadas de memoria
cosas que siento antes que sucedan.
Vienen de otro mundo milenario
sombras de fuego tejiendo el infinito.
El mar sólo es soñado y sin embargo,
su eco baña al monte igual que a un niño,
pero, el temblor que siento no es el suyo,
algo se unió a mi alma y la amamanta,
algo viene de abajo de este sitio
y me impulsa a subir,
a llegar hasta un círculo magnífico
para ver estos mundos asimétricos,
en todos soy pedazos de silencio,
y vos,
la otra parte de mí mismo
Claudio Sesín (Catamarca,1959) publicó La Barbarie (1993), El círculo de fuego (1997) Lámparas de infinito (2007) El libro de los poemas casuales (2008)
Administra los blogs http://claudioluissesin.blogspot.com/ y, junto con Alberto Acosta coordina la página bilingue-en castellano y portugués- http://navegantesdelacruzdelsurblogspotcom.blogspot.com/.
A la hospitalidad exquisita de Claudio Sesín y Mónica debo el haber podido conocer mejor a los poetas, las cercanías de San Fernando del Valle de Catamarca y el barrio 48 viviendas, que tanto me hizo acordar a la Viedma de mi infancia. Gracias a ambos, desde aquí, y a todas las personas de valía que me crucé y tuve la fortuna de conocer en este viaje maravilloso.
Leopoldo Castilla, Sobre Campamento en marcha
Alejandro Acosta, que ya había llevado a la poesía la épica del falso inca Bohorquez, aborda ahora la gesta de Felipe Varela, el caudillo catamarqueño cuya bandera, como la de Artigas, rezaba: "Naides es más que naides".La poesía asedia aquí la figura y la historia de este personaje hendido por los fragores de la guerra civil, por un criollismo de hondas raíces y lo hace como detectando los fulgores de la escena. Penetra, ahonda y vuelve a salir como una fuente, como sale la luz de adentro de los árboles después de que los árboles la han bebido. He aquí la pericia de Acosta. A su talento se añade el venero del hablar de su propia tierra. Un cielo de fondo que sostiene todo. Y entre ello la producción de la mejor poesía que actualmente genera el norte argentino. Un lenguaje flexible y certero abre el campo y aloza el vacío donde perdura la impronta del coraje y el mito de Varela.El viejo montonero entra por esta otra puerta a su propia historia con el espantado quebranto del que ha soñado una larga batalla donde no existió la muerte.Alejandro Acosta forjó los herrajes de ese extraño paraíso donde los héroes arden sin consumirse.
Poetas catamarqueños (3) Alejandro Acosta
(...) ¡SOLDADOS FEDERALES! nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el órden común, la paz y la amistad con el Paraguay, y la unión con las demás Repúblicas Americanas. ¡¡Ay de aquél que infrinja este programa!!
Felipe Varela, Campamento en marcha,
Diciembre 6 de 1866
(triunfo)
Podrán acusarme de alentar el sueño
de la revolución permanente,
pero eso fue dicho en siglos
que no rozan
la patria del tiempo mío;
sea un tiempo que sucede en las veletas,
consistente como sangre,
alerta,
empuñadura de la sed...tal vez
o una pasión casi suicida.
Será por la obstinación,
yunque contra el cual se afirman los metales rojos,
calma que retorna al estanque
cuando anochece una bala perdida.
Me explico,
me narro muchas veces al vicio,
tal vez mi dentadura no resucitó conmigo;
me explico y no se entiende:
a las puertas de mi tumba
los detalles carecían de substancia.
Pero no podrán acusarme
de alentar otros sueños
que los propios míos;
esta ceguera que implosiona mi cráneo,
justo entre las cejas,
como una flecha que volara
sin entendimiento para las naciones estrechas.
Nota de Lisarda-Alejandro Acosta (1965)quien gusta de enhebrar poesía e historia, publicó Campamento en marcha-un poemario en el que se perfila, en sutiles intersticios, la figura del caudillo Felipe Varela- en 2010, con ilustraciones de Amado Santos.
Poetas catamarqueños (2) Celina Galera
(Piedras)
Trozos dispersos de un cuerpo antiguo,
miembros que entonces encastraban.
Ya erosionados los lados,
todas las partes andan huérfanas.
Irreconstituíble.
Pudo ser mortero tu costado,
pudo dejarse arrastrar por algún río,
ser prisionero en una pirca,
hito en el camino.
Fetiche de un hombre.
Que tu otra mejilla pudo seguirte como arena...
o desviarse con el viento.
Pero ahí está
de sólo estar,
indiferente al concepto de familia.
Celina Galera(1974), uno de los mayores talentos artísticos de Catamarca, es pintora y poeta.El poema pertenece a su libro Interno, presente, continuo (2000).
Para profundizar en su obra pictórica, tan original y abigarrada como su poesía, véase http://www.zapatosrojos.com.ar/galeria/celina%20galera.htm así como http://laprimitiva-espaciocultural.blogspot.com/.
Poetas catamarqueños (1) Arturo Herrera
Próximo al viaje
Aquí mi habitación.
Se detendrán todas estas cosas
que me acompañan.
Aunque en mi escritorio
se abisme el último grano de la vertical de arena,
continuará incesante en mi cuerpo.
Los libros tendrán algo de polvo,
cuando regrese, si regreso.
Se acostumbrará la tarde
a la penumbra de silencio.
Sólo dejo mi ausencia.
Arturo Herrera (Catamarca,1974) cultiva esa antigua hermandad de la filosofía y la poesía. El poema que reproducimos está tomado de Dones de la vigilia, publicado en 2005 y que obtuviera el Premio Municipal de Literatura.
En el prólogo a sus poemas Herrera observa:" Gran parte de ellos es un breve adiós a una ciudad que se va perdiendo, una sencilla gramática para que la sombra no se quede con todo".
martes, 8 de febrero de 2011
sábado, 5 de febrero de 2011
Xavi Ayén, Las microeditoriales convierten a España en líder en "bibliodiversidad"
Será el sol o la dieta mediterránea, pero algo tiene España –editorialmente– que la diferencia de los demás países de su entorno: la proliferación de microeditoriales, en una cantidad que, de momento, va creciendo cada año. Cerca de un centenar de pequeños sellos que tienen entre cero y cuatro personas en plantilla, y que facturan menos de 500.000 euros al año componen un mapa repleto de inquietos microorganismos que están dinamizando la oferta de una manera nunca vista. Peter Mayer, el mítico editor de Penguin, lo dijo en el año 2000 en Barcelona, aunque entonces todos le miraron raro: “El futuro de la edición es la balcanización”. Pues bienvenidos al futuro. Las librerías están ya llenas de intrépidos guerrilleros que hacen frente a la oferta de los grandes grupos.
Javier Aparicio, director del máster en Edición de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), que, como tal, fue el anfitrión de Mayer en el 2000, lo tiene claro: “Estos pequeños editores son gente muy profesional, incluso los más jóvenes. Su primer objetivo era crear un ecosistema propio, y eso ya lo han conseguido, básicamente porque mantienen muy buena relación, un trato directo, con los libreros independientes, que los protegen como haría un padre. Así, hay unas librerías –del estilo de Laie o La Central, para entendernos– que privilegian sus libros, en Salamanca, Oviedo, Granada..., encontramos que han creado espacios sólo para ellos”.
Valeria Bergalli, que fundó Minúscula hace diez años, explica que aquellos pioneros del año 2000, como ella, montaron sus propias empresas “por necesidad. Las propuestas de los grandes grupos no nos satisfacían, y las editoriales medianas –Anagrama, Tusquets– tenían una línea muy estable, asentada. Reinaba, pues, una cierta uniformidad que los lectores inquietos exigían romper. Luego, el fenómeno se ha ido multiplicando, incluso en los años de crisis, y ya veremos su evolución”.
Un rasgo común a casi todos ellos es el buen uso que hacen de las redes sociales (especialmente Facebook) como medio de promoción. “Son muy buenos en eso, los números uno”, reconoce Aparicio. Recientemente, Blackie Books y Libros del Zorro Rojo han sido reconocidos por consultores independientes como líderes en aprovechamiento de Facebook y Twitter.
Una tercera característica, además del apoyo de los libreros independientes y de internet como herramienta de marketing, es eso que algunos llaman sinergias de colaboración. Si en EE.UU a Sam Savage –el autor de Firmin– lo publicó Coffee House Press, una microeditorial casi benéfica y a raíz de su éxito se asociaron unas cuantas, en España existe la agrupación Contexto –en la que están las barcelonesas Libros del Asteroide, Barataria y Global Rhythm, las madrileñas Impedimenta, Nórdica y Sexto Piso, y la extremeña Periférica–, que fue galardonada por el ministerio de Cultura con el premio nacional a la Mejor Labor Editorial en el año 2008. Y ya se puede anunciar que le ha salido competencia, pues está en ciernes una nueva asociación de microsellos, que incluiría a Alfabia, Libros del Silencio, Barril & Barral, Libros del Lince, Sajalín, El Olivo Azul, Nevsky y Ático de los Libros. Su primer paso, alquilar conjuntamente un stand para la próxima feria del libro de Madrid. “Esa es la estrategia correcta –apunta Aparicio–, la unidad les permite mejorar la distribución, uno de sus puntos débiles, y abaratar las compras”.
¿Qué tipos de libro publican los microeditores? Aunque hay de todo, en general se detecta una tendencia a lo difícil de clasificar, a aquello que es a la vez crónica y ficción, ensayo y narración, lo que Aparicio define como “ese libro ecléctico a medio camino entre dos géneros, que el librero no sabe cómo colocar en el punto de venta. Se están especializando, sí, pero en la no especialización. Esa es una buena manera de atacar a la gran bestia corporativa”. Por cuestiones económicas, publican sobre todo traducciones, que son libros que ya se ha visto cómo funcionan en otros países y menos caros que los inéditos españoles, que las agentes suelen ofrecer al mejor postor. Otra tendencia clara es la de publicar clásicos, esto es, autores por los que ya no hay que pagar derechos, y la repesca de títulos antiguos, es decir, novelas que estaban de moda en los años 50, por ejemplo. “Y los pequeños han acertado ahí, porque los grandes grupos les han copiado: ahí esta la editorial Backlist del grupo Planeta, que se dedica a hacer lo mismo que antes hacían sólo los pequeños”.
Los microeditores tienen todavía escollos que vencer. A muchos la crisis les afecta más de lo debido, otros se quedaron sin distribuidora –como Candaya, que dependía hasta hace poco de la quebrada Arc de Berà–, otros han visto bajar sus ventas, algunos tienen unos precios de venta demasiado caros..., pero casi todos cuentan con distribución en América Latina –lo que ensancha el mercado y da dimensión internacional al fenómeno–, y se están ganando un público joven, la clave del éxito futuro. Aparicio cree que “no existe un fenómeno similar en otro idioma, Francia se coloca tal vez en un segundo lugar tras España, con sus sellos en París y el Quebec. Alemania, por ejemplo, se basa en los grupos grandes y los sellos medianos”. Y apunta que “aunque sobrevivieran tan sólo un tercio de editoriales, ya sería una renovación muy fuerte del mercado”.
Que estos chicos –o no tan chicos– tengan suerte depende de cada uno de nosotros. En sus catálogos hay, esperando, varios libros de los que nos gustan.
miércoles, 2 de febrero de 2011
Annette Hanshaw - I Wanna Be Loved By You (1929)
Nota de Lisarda-Annette Hanshaw (1901–1985) fue una de las primeras voces femeninas del jazz. Grabó discos entre 1926 y 1934, tras lo cual hizo mutis por el foro, casi a la manera de nuestra Ada Falcón.
martes, 1 de febrero de 2011
Borges, La Biblioteca Total
El capricho o imaginación o utopía de la Biblioteca Total incluye ciertos rasgos, que no es difícil confundir con virtudes. Maravilla, en primer lugar, el mucho tiempo que tardaron los hombres en pensar esa idea. Ciertos ejemplos que Aristóteles atribuye a Demócrito y a Leucipo la prefiguran con claridad, pero su tardío inventor es Gustav Theodor Fechner y su primer expositor es Kurd Lasswitz. (Entre Demócrito de Abdera y Fechner de Leipzig fluyen -cargadamente- casi venticuatro siglos de Europa.) Sus conexiones son ilustres y múltiples: está relacionada con el atomismo y con el análisis combinatorio, con la tipografía y con el azar. En la obra El certamen con la tortuga (Berlín, 1929), el doctor Theodore Wolff juzga que que es una derivación, o parodia, de la máquina mental de Raimundo Lulio; yo agregaría que es un avatar tipográfico de esa doctrina del Eterno Regreso que prohijada por los estoicos o por Blanqui, por los pitagóricos o por Nietzsche, regresa eternamente.
El más antiguo de los textos que la vislumbran está en el prier libro de la Metafísica de Aristóteles. Hablo de aquel pasaje que expone la cosmogonía de Leucipo: la formación del mundo por la fortuita conjunción de los átomos. El escritor observa que loa átomos que esa conjetura requiere son homogéneos y que sus diferencias proceden de la posición, del orden o de la forma. Para ilustrar esas distinciones añade: "A difiere de N por la forma, AN de NA por el orden, Z de N por la posición." En el tratado De la generación y corrupción, quiere acordar la variedad de las cosas visibles con la simplicidad de los átomos y razona que una tragedia consta de iguales elementos que una comedia -es decir, de las veinticuatro letras del alfabeto.
Pasan trescientos años y Marco Tulio Cicerón compone un indeciso diálogo escéptico y lo titula irónicamente De la naturaleza de los dioses. En el segundo libro, uno de los interlocutores arguye:"No me admiro que haya alguien que se persuada de que ciertos cuerpos sólidos e individuales son arrastrados por la fuerza de la gravedad, resultando del concurso fortuito de estos cuerpos el mundo hermosísimo que vemos. El que juzga posible esto, también podrá creer que si arrojan a bulto innumerables caracteres de oro, con las veintiuna letras del alfabeto, pueden resultar estampados los Anales de Ennio. Ignoro si la casualidad podrá hacer que se lea un solo verso." (1)
La imagen tipográfica de Cicerón logra una larga vida. A mediados del siglo XVII, figura en un discurso académico de Pascal; Swift, a principios del siglo XVIII, la destaca en el preámbulo de su indignado Ensayo trivial sobre las facultades del alma, que es un museo de lugares comunes -como el futuro Dictionnaire des idées reçues, de Flaubert.
Siglo y medio más tarde, tres hombres justifican a Demócrito y refutan a Cicerón. En tan desaforado espacio de tiempo, el vocabulario y las metáforas de la polémica son distintos. Huxley (que es uno de esos hombres) no dice que los "caracteres de oro" acabarán por componer un verso latino, si los arrojan un número suficiente de veces; dice que media docena de monos, provistos de máquinas de escribir, producirán en unas cuantas eternidades todos los libros que contiene el British Museum.(2) Lewis Carroll (que es otro de los refutadores) observa en la segunda parte de la extraordinaria novela onírica Sylvie and Bruno -año 1893- que siendo limitado el número de palabras que comprende un idioma, lo es asimismo el de sus combinaciones posibles o sea el de sus libros. "Muy pronto -dice- los literatos no se preguntarán, '¿qué libro escribiré?', sino '¿cuál libro?' "Lasswitz, animado por Fechner, imagina la Biblioteca Total. Publica su invención en el tomo de relatos fantásticos Traumkristalle.
La idea básica de Lasswitz es la de Carroll, pero los elementos de su juego son los universales símbolos ortográficos, no las palabras de un idioma. El número de tales elementos -letras, espacios, llaves, puntos suspensivos, guarismos- es reducido y puede reducirse algo más. El alfabeto puede renunciar a la cu (que es del todo superflua), a la equis (que es una abreviatura) y a todas las letras mayúsculas. Pueden eliminarse los algoritmos del sistema decimal de numeración o reducirse a dos, como en la notación binaria de Leibniz. Puede limitarse la puntuación a la coma y al punto. Puede no haber acentos, como en latín. A fuerza de simplificaciones análogas, llega Kurd Lasswitz a veinticinco símbolos suficientes (veintidós letras, el espacio, el punto, la coma) cuyas variaciones con repetición abarcan todo lo que es dable expresar: en todas las lenguas. El conjunto de tales variaciones integraría una Biblioteca Total, de tamaño astronómico. Lasswitz insta a los hombres a producir mecánicamente esa Biblioteca inhumana, que organizaría el azar y que eliminaría a la inteligencia. (El certamen con la tortuga de Theodore Wolff expone la ejecución y las dimensiones de esa obra imposible.)
Todo estará en sus ciegos volúmenes. Todo: la historia minuciosa del porvenir, Los egipcios de Esquilo, el número preciso de veces que las aguas de Ganges han reflejado el vuelo de un halcón, el secreto y verdadero nombre de Roma, la enciclopedia que hubiera edificado Novalis, mis sueños y entresueños en el alba del catorce de agosto de 1934, la demostración del teorema de Pierre Fermat, los no escritos capítulos de Edwin Drood, esos mismos capítulos traducidos al idioma que hablaron los garamantas, las paradojas que ideó Berkeley acerca del Tiempo y que no publicó, los libros de hierro de Urizen, las prematuras epifanías de Stephen Dedalus que antes de un ciclo de mil años nada querrán decir, el evangelio gnóstico de Basílides, el cantar que cantaron las sirenas, el catálogo fiel de la Biblioteca, la demostración de la falacia de ese catálogo. Todo, pero por una línea razonable o una justa noticia habrá millones de insensatas cacofonías, de fárragos verbales y de incoherencias. Todo, pero las generaciones de los hombres pueden pasar sin que los anaqueles vertiginosos -los anaqueles que obliteran el día y en los que habita el caos- les hayan otorgado una página tolerable.
Uno de los hábitos de la mente es la invención de imaginaciones horribles. Ha inventado el Infierno, ha inventado la predestinación al Infierno, ha imaginado las ideas platónicas, la quimera, la esfinge, los anormales números transfinitos (donde la parte no es menos copiosa que el todo), las máscaras, los espejos, las óperas, la teratológica Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espectro insoluble, articulados en un solo organismo... Yo he procurado rescatar del olvido un horror subalterno: la vasta Biblioteca contradictoria, cuyos desiertos verticales de libros corren el encesante albur de cambiarse en otros y que todo lo afirman, lo niegan y lo confunden como una divinidad que delira.
(1) No teniendo a la vista el original, copio la versión española de Menéndez y Pelayo (Obras completas de Marco Tulio Cicerón, tomo tercero, p.88). Deussen y Mauthner hablan de una bolsa de letras y no dicen que éstas son de oro; no es imposible que el "ilustre bibliófago" haya donado el oro y haya retirado la bolsa.
(2) Bastaría, en rigor, con un solo mono inmortal.
* Nota de Lisarda:Con "los no escritos capítulos de Edwin Drood", Borges se refiere a la novela El misterio de Edwin Drood que Charles Dickens, al morir,dejó inconclusa.La novela trata de un asesinato que está a punto de ser dilucidado; Dickens tenía la idea de un curioso final, pero no dio mayores pistas, por lo que se trata de un misterio con más de un siglo de no ser resuelto y de un crimen impune; como se ve, una novela prácticamente ambientada en la Argentina.
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