Jorge Luis Borges, Final de año
Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.
Jorge Luis Borges Fervor de Buenos Aires (1923)
Así que bueno leer a Jorge Luis Borges en el primer día del año.
ResponderEliminarFeliz 2014 ...
Abrazos
pedradosertao.blogspot.com.br
Verdade,Pedra do Sertao! Muito obrigado pela sua visita!
ResponderEliminarTenha,também vc, um feliz 2014. Abrazos