Ignacio, el ingenio de Gómez de la Serna no deja de causarnos bienestar literario y, sin duda, abandonarse a la inspección cambiante de las nubes, es una ocupación placentera y llena siempre de sorpresas.Un abrazo
tengo una sonrisa iniciando la tarde.beso*
Ignacio, el ingenio de Gómez de la Serna no deja de causarnos bienestar literario y, sin duda, abandonarse a la inspección cambiante de las nubes, es una ocupación placentera y llena siempre de sorpresas.
ResponderEliminarUn abrazo
tengo una sonrisa iniciando la tarde.
ResponderEliminarbeso*